1. Aquellas pajas


    Fecha: 09/04/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... bulto duro y adivinado su naturaleza. A pesar de ello no dejó de moverse. Fingiendo interés por la televisión su cara comenzó a ponerse colorada. Entonces hubo otro intermedio y ella se levantó. Yo me fui a mi habitación a planear algo. Pero no hizo falta. Poco después ella llamó a la puerta y entrando, se sentó en mi cama con las piernas cruzadas. Dijo: "Me aburro... ¿Contamos chistes?". Le dije que sí. Y nos pusimos a contar chistes por turno. Pero viendo su cara angelical no pude resistir la tentación de ponerla en un pequeño aprieto y al llegar a mi turno me quedé callado. Ella dijo: "Vamos, te toca". Y yo le dije: "Me acuerdo de uno, pero es un chiste verde". Ella dudó un momento y dijo: "Bueno, vale, cuéntamelo". Se lo conté y luego le dije: "Ahora te toca a tí contar uno verde". Y así continuamos un rato. Sus chistes eran bastante inocentes y los míos cada vez más subidos de tono. Entonces, cuando ella acababa de contar un chiste yo me tumbé en la cama boca arriba y dije: "¡Jó con los chistes verdes!¡Mira cómo se me ha puesto!". Y en un santiamén me bajé los calzoncillos hasta las rodillas dejando mi polla tiesa al aire como el mastil de un barco. Ella reaccionó tapándose la boca en un gesto de sorpresa y luego dijo: "¡Qué guarro!", pero le no quitaba el ojo de encima. Entonces yo le dije: - - ¿Me haces un favor?. - - Depende - dijo ella.
    
    Entonces junté valor y le dije: "Hazme una paja".
    
    Ella se ruborizó y dijo: "No, eso no quiero". Yo le supliqué: "Venga... ...
    ... No seas tonta... Además, si la tengo así es por tu culpa. ¿Crees que no me afecta verte todo el día en bragas y sujetador con lo buena que estás?". Este cumplido acertó en su objetivo. Ella dijo: "Es que... no lo he hecho nunca". Yo le contesté: "No importa. También es la primera vez que me lo hace una chica". Así que Marta acercó a mi polla su mano temblorosa y cogiéndola, empezó a moverla arriba y abajo. Yo estaba literalmente en el cielo. Para el colmo, ella, de vez en cuando, con la cara seria de excitación, hacía preguntas como "¿Lo estoy haciendo bien?" o "¿Te da gusto?". No era sólo el placer que me producía el sube y baja de su mano en mi polla. Era igualmente excitante el simple hecho de verla allí, arrodillada en la cama a mi lado, haciéndome una paja. Era mi sueño dorado hecho realidad. Al cabo de un rato empecé a gemir y ella me preguntó: "¿Ya te sube la leche?". Yo asentí con la cabeza y ella fijó su atención con los ojos muy abiertos en la rajita de mi capullo al tiempo que aceleraba su mano. La leche empezó a salir a borbotones chorreando por su mano hasta la muñeca. Me incorporé, le di un beso en los labios y le dije: "Gracias". Entonces ella, saliendo de una especie de trance producido por la excitación, dijo: "Yo... Esto no está bien. Solo eres un crio", y avergonzada salió corriendo de la habitación. Decidí dejarla en paz de momento. Desde luego sus palabras no me afectaron en absoluto. Puede que solo tuviera doce años, pero mi entrepierna no entendía de ...
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