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Columbus
Fecha: 22/04/2021, Categorías: Gays Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos
... último suspiro de sus vidas. Las callesestaban repletas de cuerpos inertes, estáticos y perturbadores, no pude contener mislágrimas y proseguí entre aquella masacre. -¡por acá¡- exclamó mi Padre, todos obedecimos sin cuestionar. Avanzamos por 6 bloqueshasta llegar a la última calle del pueblo. No podía creerlo, lo íbamos a lograr, de pronto noscruzamos en el camino al joven Arthur, enseguida se nos unió a nuestro escape. ArthurRavel era el hermano menor de Samuel Ravel, -el acérrimo enemigo de Pancho Villa-, noscontó durante la fuga que los Villistas ingresaron al Hotel de su hermano y lo tomaronprisionero, mencionó queJacob Hewitt los había llevado hasta allí. Tal vez el GeneralFierro lo asesinó por eso.–¡por soplón¡- sopesé en ese instante.Subimos un pequeño cerro conocido comoCootes Hill, desde allí pudimos contemplar lainterminable batalla, Arthur nos comentaba que Samuel sabía lo que sucedería, y decidióescapar al Paso Texas un par de días antes. Le preocupaba su otro hermano Louis Ravel. -probablemente el sí haya sido asesinado- comentó con tristeza Arthur. Inesperadamente, un disparo se incrustó en el pecho de James Sullivan, su esposa e hijosgritaron de manera desgarradora al observar la horrenda escena. Quedé pasmado ante estaacción, no supe quien lo había hecho, Arthur escapó rápidamente tan pronto escuchó laagresión, yo no pude reaccionar, observé a mis padres quienes señalaban algo tras de mí.De pronto escuché otra detonación, un profuso dolor penetró ...
... mi espalda. Corrídespavorido detrás de mis padres, ellos lloraban sin cesar y levantaron sus manos.Enseguida los alenté a continuar pero ni siquiera me dirigieron su mirar. Algo extrañoestaba sucediendo. Mi madre cayó al suelo gimiendo de un intolerable dolor, mi padre laabrazaba y también derramaba lágrimas. -¿Qué hacen?.. ¡No se detengan¡..- les grité desesperado pero su atención estaba con losmalditos revolucionarios. Nos habían alcanzado. Pensé en huir pero jamás los abandonaría.Sin embargo, una trastornada escena perturbó mi mente por completo. -al suelo, los dos..- Les gritó un soldado Villista, mis padres comprendieron sin entender español. -¡no les hagas daño, maldito infeliz¡- los desafié sin importar las consecuencias, pero elbandido mexicano me ignoró. Segundos después, observé dos cuerpos en el suelo. JamesSullivan yacía despedazado de su pecho, el otro hombre derrumbado sobre su estómago erayo. *** Me observé muerto y la ansiedad inundó mi cuerpo. No podía comprender lo que sucedía.Cualquier cosa que estuviera pasando no quería ver la ejecución de mis padres, les grité,lloré, rogué, me posicioné delante de ellos y no pude lograr nada. De pronto, un soldadoVillista, delgado, de barba y bigote se acercó hasta la inminente masacre y expresó su sentiral respecto. -¿Pero qué están haciendo hijos de la chingada? ¿Qué no ven que son gente mayor, y nisiquiera son soldados?, ¡ya tenemos lo que queremos, no hay necesidad de matar genteinocente¡- El ...