1. Columbus


    Fecha: 22/04/2021, Categorías: Gays Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuevamentealSaloon. Lo observé por mi ventana y un brote de amargura llenó mi corazón. Sinduda su intención era buena, pero el método utilizado asustaría a cualquier persona. Depronto, un silencio abrumador se apoderó del pueblo. Me acosté a descansar, cerré mis ojoslentamente aunque mi corazón temiera que fuera por última vez.
    
    ***
    
    Aquella fatídica madrugada del 9 de marzo de 1916 sería recordada para la posteridad. Unsiniestro ruido me despertó, parecía ser el sonido de un inmenso huracán que se aproximabaimplacable contra nuestro pueblo. No sabría cómo describirlo, mis oídos relacionabancentenares de tambores celestiales tocando el preludio de una inevitable explosión colosal.Me levanté de mi cama y observé al horizonte, la obscuridad me llenó de pavor y enseguida salí de mi casa. El aterrador sonido se percibía sumamente cerca. Mi cerebroacomodó sus ideas al instante.<<¡ahí viene Pancho Villa¡>> recordé las palabras deLupe. Rápidamente regresé y desperté a mis Padres, los puse sobre aviso del próximoataque.
    
    -Papa, Mama, es hora de irnos, traigan sus maletas...-
    
    Con acelere notorio recogí varías cosas para nuestro bastimento, pero un silencio repentinointensificó mis dudas. El sonido infernal había cesado por completo. Eran las 3:45 de lamadrugada. ElSaloon todavía funcionaba y me causaba extrañeza que nadie se hayapercatado de tan siniestro ruido. Mis padres y yo observábamos cautelosamente por laventana.
    
    -ya dejó de sonar, lo vez hijo… tal vez eran truenos ...
    ... del cielo, estos días han estadonublados, puede que sea la lluvia…-
    
    Después de la teoría expuesta por mi padre, una resplandeciente luz hizo notar la silueta deun hombre entre la obscuridad. Caminaba despreocupado mientras sostenía un candil degas. Reconocí su vestimenta y un intenso escalofrió recorrió la totalidad de mi espinadorsal. Se dirigía hasta laAvenida Bondary –la calle principal del pueblo. Al observar suslentos pasos me percaté que la luz delSaloon se había apagado.
    
    <<ya se enteraron de la llegada enemiga>> sopesé con nerviosismo.
    
    El tipo moreno se posicionó en medio de la calle y gritó con decisión. Parecía expresar unmensaje pero su lengua era desconocida. A pesar de ser fronterizos, mi padre jamás meinculcó el idioma de nuestros vecinos. Su voz era temible, rasposa y gruesa, reía al terminarde exponer sus palabras. De pronto reconocí parte de su aviso.
    
    -¡Queremos a Samuel Ravel¡-
    
    Los gritos no pasaron desapercibidos en el pueblo. A estas alturas estoy seguro que todossabíamos de la incómoda visita, pero era sumamente extraño que un solo hombre viniera acumplir la misión. Simplemente no era creíble.-Tal vez Lupe exageró, después de todoLos Dorados tiene una guerra que luchar en su país- expresó con calma mi padre mientrasabrazaba a mi aterrorizada madre.
    
    -no, esto me parece muy extraño…algo anda mal- comenté con sumo nerviosismo.
    
    El mexicano levantó su candil y se dirigió hasta la casa de losThomason. Sus espuelas deacero retumbaron a cada ...
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