1. Columbus


    Fecha: 22/04/2021, Categorías: Gays Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... paso retador. Se posicionó enfrente de la puerta y la golpeófuertemente cuatro veces.
    
    -¡buscó a Samuel Ravel, necesito que me digan donde esta…. Abrán la puerta¡-
    
    El nervioso silencio nocturno opacó las palabras de aquel extraño. Fue entonces quesonrió a sí mismo y regresó. Se perdió entre la obscuridad nuevamente. Agudicé mis oídosa pesar de no entender el español, y pude percibir el murmurar perverso de varias sombras.De pronto, los presurosos pasos de otro hombre ratificaron mi peor pesadilla.
    
    <<¡sabía que no era una sola persona¡, ¿es que acaso aquel sonido era…?>>
    
    Quede pasmado solo de considerar mi catastrófico pensamiento. El nuevo hombre caminócon decisión hasta la misma puerta, pero a diferencia de su predecesor este fue mucho másviolento. Inesperadamente sacó su pistola y disparó al cerrojo, enseguida pateó la puertacon fiereza e ingresó a la casa de losThomason. Los gritos horrorizados de Leonora –Thomason- erizaron mi piel de inmediato. Observé con tristeza a mis padres y lescomenté que era el momento de huir. Sin embargo me contradijeron con una hipótesis aúnmás escalofriante.
    
    -no podemos irnos hijo, creo estamos rodeados..-
    
    ***
    
    La familiaThomason había sido tomada prisionera. Los hincaron a todos en medio de laAvenida Bondary ante las secretas miradas del poblado. El corazón se me escapaba por laboca al contemplar a John, Leonora y a sus tres hijos; Fred, Johnny y Beth totalmentevulnerables. Estaban a punto de ser ejecutados vilmente. Sus ...
    ... lágrimas rodaban sin pararmientras el par de hombres demandaba diversos requerimientos que, siendo francos,ninguno de sus rehenes podía contestar.
    
    -¿alguien que hable Español?..- exclamó con fuerza uno de los forasteros.
    
    De inmediato pensé en todos los residentes mexicanos de nuestro pueblo. MacarioVillaseñor, Manuel Espinosa, Laureano Rodríguez y hasta el mismo alcohólico de LupeRamírez. Sin embargo, no creí que nadie abandonara sus hogares y sus familias pararescatar a unos perdidosThomason.
    
    Cada centímetro de mi cuerpo estaba poseído en nerviosismo. Temblaba sin control cuandode pronto un disparo cimbró mis oídos.
    
    <<oh Dios mío, ¿Qué pasó, a quién mataron?>>
    
    Mis padres se apretujaron uno al otro. En ese instante mi mente recorrió cada rostro de losThomason, me entristecí al recordar los momentos que pasamos con ellos. Sin embargo, elcuerpo que cayó fue de unDorado. Alguien había disparado desde algún punto de lacomunidad. Fue en aquel preciso segundo que el infierno se hizo presente en nuestroquerido pueblo.
    
    ***
    
    El revolucionario yacía en el suelo mientras su compañero emprendió la huida y se perdióen la negra noche. LosThomason volvieron desesperados a su hogar solo para percatarseque su puerta estaba inservible, de inmediato solicitaron asilo con su vecinoJacob Hewittpero esté nunca les abrió. John apresuró a su esposa e hijos y escaparon entre las calles delpueblo, sabían de la endemoniada tormenta que se aproximaba. Esta sería la última vez quelos ...
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