1. La historia de Claudia (7)


    Fecha: 28/04/2021, Categorías: Confesiones Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... posición de la cabeza hizo que su nariz diera contra una pata de la mesa y el dolor intenso la hizo gritar mientras los ojos se le llenaban de lágrimas bajo la bufanda. En medio de su impotencia se sintió más que nunca un juguete de esa mujer que se complacía sádicamente en humillarla. Por fin y después de varios golpes que Claudia se dio en su cabeza contra los muebles, Blanca dio por terminado el juego, le quitó la bufanda y la puso inclinada sobre el respaldo de una silla, con la cara y las manos en el asiento, en una postura que le permitía tener a su entera disposición el apetecible culo de la joven. Había llegado el momento de cogerla y se le acercó lentamente, paladeando el goce que le esperaba. Empuñó el dildo y lo dirigió hacia el blanco, ese pequeño orificio que jamás ningún hombre había gozado y que le pertenecía a ella, como le pertenecía Claudia en la totalidad de su ser. Se inclinó un poco sobre ella y oyó su respiración agitada percibiendo a la vez el temblor que agitaba a la perra. Le pasó un brazo por debajo del vientre y cuando le tocó la concha la encontró chorreando. Se echó hacia atrás sintiéndose invadida por una calentura extrema, entreabrió las nalgas de Claudia y empezó a penetrarla por el culo, no sin esfuerzo, ya que el estrecho orificio le oponía una considerable resistencia. Por fin el dildo comenzó a abrirse paso y se hundió hasta el fondo de la cavidad mientras Claudia jadeaba, gemía y lanzaba después un grito que expresaba dolor y placer ...
    ... por igual.
    
    Blanca acompañaba el movimiento de sus caderas con insultos mientras sus manos aferraban fuertemente las caderas de la joven.
    
    -Gozás, perra, ¿eh?... sí, claro que gozás porque esto es lo que te gusta, que te anden por el culo, grandísima perra puta...
    
    Claudia la escuchaba como desde lejos mientras esa cosa larga y dura la removía por dentro transportándola a un espacio absoluto donde se fundían las nociones de infierno y paraíso.
    
    Blanca empezó a sentirse próxima al orgasmo estimulada por el aparato posterior que tenía metido en su concha y siguió con sus embates furiosos hasta que acabó, entonces dio un paso retirando el dildo del culo de la joven, respirando con fuerza y sintiendo que sus piernas vacilaban en medio de las convulsiones que la estremecían. Claudia emitió un largo y doloroso gemido al sentirse abandonada y la señora le dijo:
    
    -¡Se acabó el placer, perra puta! –y lanzó una sádica carcajada.
    
    Vio que Claudia se llevaba una mano a la concha y entonces se le echó encima impidiéndoselo.
    
    -¡Dije que se acabó el placer! – le gritó poseída por la crueldad. Inmediatamente la tomó de una oreja y se la llevó a la cocina, donde la tiró al piso de una violentísima cachetada mientras Claudia lloraba en el paroxismo de la angustia. Una dolorosa tensión le endurecía todo el cuerpo. Blanca le introdujo cinco cubitos en la concha, que fue entonces una catarata de flujos y agua. Gozando intensamente del poder que tenía sobre la joven la arrastro a la ...