1. Cerezas (Primera parte)


    Fecha: 28/04/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Blue slifer, Fuente: CuentoRelatos

    Para ver las flores he venido, bajo ellas dormiré, sin sentir el tiempo. Matsuo Basho.
    
    Ellas habían estado increíbles, verdaderamente increíbles. No estaba seguro de qué pasaría ahora; habíamos tomado una decisión, habíamos decidido compartir nuestra intimidad con alguien más, y a pesar de lo placentero y sensual que había resultado, no tenía ni la más mínima idea de cómo resultarían ahora las cosas, no solo para nosotros como pareja, sino para ellas dos como amigas. De cualquier forma ahí estábamos, los tres desnudos, saciados hasta decir basta; ambas dormían plácida y tiernamente a mi lado, mientras yo las observaba silenciosamente, recargado sobre la almohada, y alcanzaba a atisbar un suave rayo de luz solar penetrando por la cortina.
    
    Hacían ya dos meses y medio que nos habíamos mudado ahí. Mi novia Verónica y yo habíamos decidido estudiar en Inglaterra juntos, y para nuestra gran fortuna, ambos habíamos logrado ser aceptados para estudiar un Doctorado en la Universidad de Oxford. Rentábamos un modesto departamento, a unos veinte minutos del campus universitario. Ese día yo había pasado la mayor parte del tiempo en una conferencia sobre física gravitacional y, aunque el tema era apasionante, me encontraba sumamente cansado. Al llegar a casa, dejé a un lado mi mochila, dispuesto a tomar una merecida ducha caliente, cuando repentinamente escuché unas voces que provenían de la cocina.
    
    Había supuesto que Vero se encontraba aún en el campus, tratando de lidiar con ...
    ... su, algo molesto, asesor de doctorado, sin embargo cuando alcancé a asomarme a la cocina, descubrí que me había equivocado. Ahí estaba ella, sentada a la mesa junto con otra chica, esta última con una piel blanca como la nieve, con unos toques de rosa aquí y allá, de cabello corto, negro, hasta la barbilla, y sumamente delgada.
    
    —No sabía que habías llegado ya —le dije a Vero— muy buen día —agregué dirigiéndome a la chica que estaba con ella.
    
    —¡Holap, que lindo que hayas regresado ya! —dijo Vero mientras se levantaba de la mesa a recibirme con un amoroso beso en la boca—. Te presento a Mellisa, es una compañera de trabajo, estamos desarrollando un proyecto juntas, Mell te presento a mi novio Carlos.
    
    Momento en el cual Vero me abrazó amorosamente. Esa era una de las cualidades que adoraba de ella, que estaba orgullosa de que yo fuera su novio, tanto como yo lo estaba de que ella fuera mi novia.
    
    Tras tomar asiento al lado de Vero, la conversación entre nosotros comenzó a fluir espontáneamente, como si de viejos amigos nos tratáramos, con bromas inocentes de vez en vez, y tomando una taza de té tras otra. El ambiente era reconfortante, divertido y sumamente tranquilo. Pude darme cuenta entonces de que Mell poseía un agradable sentido del humor, y que su actitud tan linda solo era equiparable a sus hermosos y grandes ojos azules. Las horas pasaron sin que nos diéramos cuenta cuando, por alguna razón que aún ahora no entiendo muy bien, la conversación comenzó a tomar un ...
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