1. Con mi jefe en la convención


    Fecha: 29/04/2021, Categorías: Hetero Autor: sanchez-m, Fuente: CuentoRelatos

    ... tomo de las nalgas y empezó a taladrarme rápido y fuerte, él también estaba a punto de acabar, sentía como su verga crecía más y entraba hasta el fondo de mi vagina, en ese momento no aguante más, estallé, y lo mejor…nos vinimos juntos, yo a mi cuarto orgasmo, y mientras eso sucedía, él me rellenaba de esperma caliente mi bollito.
    
    -Ahhhh Don Julio me vengo!!!
    
    -¡Mmmmm Toma mi leche!!!
    
    -Siii lléname hasta el fondo papi ahhhh.
    
    Fueron largos chorros, uno tras otro, acompañados de los gemidos tradicionales de los hombres en clímax. A cada embestida, sentía un largo chorro que llegaba hasta el fondo de mi vagina, parecía que me estaba orinando, no dejó de taladrarme hasta que no salió más leche de su pene. Cuando se separó de mí, salió su verga seguida por un enorme rio de esperma, me dejo completamente llena.
    
    Estando allí acostada junto a mi jefe y aún con la respiración acelerada, mi cabeza pensaba en dos cosas, por un lado, la deliciosa cogida que acababa de recibir, y por otro los cuernos que le había puesto a mi marido. Nunca pensé que llegaría tan lejos con mi jefe, y lo peor, haberlo disfrutado de esa manera. El sueño me ganó la partida me quedé dormida junto a Don Julio, en su propia habitación. Los dos terminamos sumamente cansados.
    
    Con la claridad de la mañana, me levanté, vi el reloj, la convención iniciaba ese día dentro de dos horas, así que pensé en bañarme allí, ponerme la ropa de anoche, salir al pasillo y meterme en mi habitación antes de que ...
    ... alguien se diera cuenta.
    
    Me empecé a bañar rápidamente, en mi cabeza me pasaba toda la sesión que había tenido con mi jefe, había estado increíble, no pude evitar masturbarme, mientras más recordaba, más me calentaba. En eso estaba cuando de pronto, se abre la cortina de la ducha: era Don Julio.
    
    ¡Ya no me tapé, para que!, él ya me conocía todo lo íntimo, así que lo saludé. Me saludó mientras me observaba completamente desnuda, me preguntó si podía bañarse conmigo, yo le dije que pasara.
    
    Durante el baño, me dijo que me limpiaría la espalda, así que le di el jabón, empezó a pasarlo por mi cuerpo suavemente, pronto sus manos con jabón se convirtieron en caricias, me acariciaba la espalda, las nalgas y sus dedos jugaban con los pliegues de mi panocha.
    
    Luego mi jefe colocó su pene ya erecto en medio de mis piernas, empezando un suave movimiento de penetración, sintiendo como su tronco rozaba los labios de mi vagina, nuevamente me invadió esa sensación de seguridad y atracción, sus caricias me volvieron a calentar como nunca. Me di la vuelta, y nuestras bocas se unieron, nos comíamos el uno al otro con mucho deseo, mientras mi jefe metía sus dedos en mi vagina, yo tomaba su pene, sintiendo como crecía en mi mano.
    
    Mientras nos seguíamos besando me cargó y me abracé a su cuello, apuntó su pene a mi vagina y mi cuerpo lo volvió a recibir dentro. Abrí las piernas al máximo para sentirlo hasta el fondo, nos movimos más salvaje que la noche anterior, gemía como loca mientras ...
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