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Se lo hice a la madre de mi amigo de la facultad
Fecha: 09/05/2021, Categorías: Gays Autor: Antonio Alexilo, Fuente: CuentoRelatos
... suelo, "y le comí el coño ", sus labios menores bailaban en mi boca, "gordos como la cresta de un gallo". También mordisqueé sus labios mayores bellos y grandes como un bollo suizo (Nunca le había comido el coño a una cuarentona), ¡cuánto me gustó!, qué coño más grande y más rico. Después de comerle el coño me llevó a su dormitorio. Por el camino se desprendió de la blusa y del sujetador, dejándose solo las medias y los zapatos de tacón de aguja. Allí se echó en la cama y abrió tanto las piernas "como una bacalada en sal". Me subí encima, y sin preludios "le metí el pene hasta los huevos" y me moví con la misma energía "que si fuera en bicicleta". Claudia daba gritos de placer, y su gran coño me salpicaba flujo en las piernas "como si fuera una fuente", mientras se corría varias veces dando alaridos. Me sentía poderoso montándola en su cama y en ese momento no tenía ningún remordimiento, ella dejó de gritar y me dijo: —Antonio guapo no te corras dentro de mi coño que no tomo la píldora, ¡métemela por detrás!, ¡por el culo!, que hace años que no me lo alegran. Nunca había tocado culo alguno, ¡nunca!, ¡ni de hombre ni de mujer!, no era algo por lo que hubiera sentido atracción, pero en ese momento un sentimiento de dominio me hizo desear "abrirle el culo también" y hacerla feliz; y le dije: —¡Ponte en pompa Claudia!, sobre la cama, que te voy a poner el culo colorado, si eso es lo que quieres. —¡Ahora mismo Antonio! —respondió al mismo tiempo que le saqué el ...
... miembro del coño. Se puso en pompa con el culo, ¡bien alto! Escupí en su ojete (para humedecerlo) y le metí un dedo en el culo para dilatarlo, "girándolo y ahondando a la vez". Saqué el dedo y puse la punta de mi polla en la entrada de su culo, la cogí por las caderas y, ¡apretando!, pude meterle el glande. Noté que su ano se contrajo un poco, atrapando mi glande en su interior, ¡como un anillo! Lo deje así mientras le magreaba las tetas y le pellizcaba sus negros y gordos pezones inclinándome hacia adelante. Cuando noté su ano más dilatado le fui metiendo paquete hasta que en la quinta arremetida le metí la polla entera, pero algo apretada. Tras cabalgar su culo unos minutos su ano se puso tan excitado que mi pene parecía nadar en el mar, haciendo ruidos húmedos; poco antes de correrme, me dijo con voz apagada: — Por favor Antonio, ¡córrete en mi boca! Le saqué el pene del culo y le dije que se diera la vuelta. Ella se sentó en el filo de la cama abriendo la boca, yo me puse de pie delante de ella y me la meneé frente a su cara hasta correrme con tres chorros de semen. El primer chorro cayó en sus tetas, el segundo le dio en la frente escurriéndose después hasta el lagrimal de su ojo izquierdo, haciéndola parpadear. El último fue más intenso "y más íntimo"; le introduje la punta de mi pene entre sus labios descargando el chorro sobre su lengua, ¡cómo me corrí dentro de su boca!, noté salir mi semen "como un torrente". Cuando acabé saqué mi polla ya más destensada, ...