1. Violaciones medievales (parte 1)


    Fecha: 10/05/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... lunas llenas?—entró diciendo otro individuo barbudo un poco más bajo pero igual de corpulento.
    
    --Dudo que alguna vez volvamos a conseguir otra ricura de su edad—su sonrisa se volvió diabólica.
    
    El recién llegado la observó de arriba hacia abajo y le llamó la atención su pelo corto negro como la noche y sus ojos marrones.
    
    --Es hermosa, pero parece un chico—se rió—¿Estás seguro que no lo es?
    
    --Créeme, estoy seguro—carcajearon juntos—Debe querer aparentarlo.
    
    Y le acarició desagradablemente las tetas a través de su vestimenta verde de guerra, lo que le ocasionó un profundo asco.
    
    --Pero con esa figura le debe ser difícil.
    
    --Me presentaré—dijo el que la manoseó--Mi nombre es Vessel, el líder del escuadrón Águila del ejército rebelde, y este es mi segundo al mando, Kronos.
    
    Al escuchar eso, la muchacha se estremeció.
    
    --¿Nos conoces?—preguntó Kronos con su voz risueña.
    
    --No, ¿debería?—Aikarn intentó olvidar su miedo y enfrentar la realidad con arrojo. Después de todo, siempre había dicho que moriría de pie.
    
    --Vaya, una chica con actitud—volvió a reírse Vessell—Son las que más me gustan.
    
    --¿Quieres que mi amigo y yo le enseñemos educación?—dijo Kronos, mostrando un látigo de tres puntas filosas.
    
    --No, ya sabes lo que ocurrió la última vez que lo utilizaste.
    
    --Sí, fue una verdadera lástima.
    
    --Ven con nosotros, niña. Nos vas a conocer bien.
    
    Soltaron las cadenas de la barra y la arrastraron a la fuerza hacia la puerta de ...
    ... salida.
    
    --¡Aikarn!—apenas se oyó decir de la boca de uno de sus compañeros dentro de la oscuridad.
    
    Los tres volvieron su cabeza.
    
    --No te inquietes, te la cuidaremos muy bien.
    
    Gritando e insultando, la llevaron de los brazos unos pocos metros hasta el portón contiguo. Lo abrieron con una llave especial y la depositaron en el helado suelo de la habitación iluminada por tres faroles diseminados a lo largo y ancho. Gracias a ellos, se lograron ver algunos maderos grandes puestos en forma horizontal enganchados en las paredes de ladrillos, unos bancos altos y alargados, unas esposas y argollas que colgaban del techo y una especie de lecho improvisado más elevado de lo normal con un colchón a medio descocer.
    
    --Odio las mentiras—dijo Vessel.
    
    Aikarn los miró asustada desde el piso.
    
    --Sí has escuchado antes nuestros nombres, si no, no te hubieras alterado cuando los dije. Sabes quiénes somos y de seguro te habrán dicho qué es lo que hacemos con los que tomamos cautivos.
    
    En todo momento, el líder hablaba en un tono lúgubre, sonriendo con ironía y malicia.
    
    --¡No son más que unos cobardes sádicos hijos de puta! ¡Sólo por eso son famosos! ¡No tienen…!
    
    --Pero nos conocen—interrumpió Kronos.
    
    --Bueno amigo mío, ya sabes lo que tienes que hacer.
    
    El segundo al mando se contentó aún más.
    
    --Cuando usted diga, jefe.
    
    --Puedes ir llamándolos ahora.
    
    Y se marchó cerrando el portón detrás de él, dejando a una Aikarn horrorizada por dentro después de oír tales órdenes.
    
    --Te ...
«1234...»