Ana 8, el sobrino obsesionado
Fecha: 11/05/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... a ser un hijo de puta más que me usa sólo para sacarse la calentura”
“No, yo te voy a cuidar” le aseguré.
“No me conocés sobrinito, por el lado tierno no me vas a conquistar. Además no quiero que me conquistes”
“¿Entonces, ¿qué querés?” Pregunté, desesperado.
“Nada, voy a acabar, mañana hablamos, besos”
Me dejó así, caliente, con la mano en la pija.
Acabé imaginando que lo hacía al mismo tiempo que ella. Pero enseguida me vino la imagen de ella, tocándole el timbre a ese vecino que también abusaba de ella, para sacarle la calentura.
Afuera todavía caía una torrencial lluvia, pero, aun así, sentí el impulso de ir hasta su departamento. ¡Pero no sabía dónde vivía!, ¡que desesperación! ¿Qué podía hacer? no tenía su dirección, y de todas formas, ella estaría con su amante, además ¿no había dicho que el vigilante del edificio también era su amante? Me rompí la cabeza pensando en cómo hacer para verla esa misma noche. Pero a pesar de mis deseos, y mi necesidad, no pude hacer nada.
Sin embargo, en los días siguientes me puse en campaña, para averiguar dónde vivía. Fue más fácil de lo que imaginé. En una de las fotos de su perfil, aparece conduciendo un auto, el mismo que había llevado a la fiesta de fin de año, y se ve claramente el número de patente. Haciendo una investigación por internet, me enteré de que realizando un trámite ante el registro del automotor, se podía obtener los datos del titular de determinado auto. Ese mismo día fui a hacer dicho ...
... trámite, y cuarenta y ocho horas después, ya contaba con el domicilio que había declarado cuando compró el auto. Sólo quedaba confirmar que realmente vivía ahí, y no haya cambiado de domicilio.
Esa noche hablamos de nuevo, por supuesto, le oculté que la estaba investigando. Decidí ir al grano y preguntarle algo respecto a la última noche que hablamos.
“¿Te acostaste con tu vecino al final?”
“¿Para qué querés saber eso?, hice mal en habértelo dicho” me contestó Ana.
“Ahora contame, no me dejes con la intriga.”
“Sí, lo llamé, y nos acostamos, perdón”
“No me pidas perdón, contame como fue, ya que no puedo estar con vos, al menos me podés hacer feliz contándome sobre tus relaciones, me gusta mucho cuando lo hacés”
“Estás loco”
“Vos también lo estás… dale, contame” insistí.
“Ok… cuando acabé, me bañé, y lo llamé”
“¿qué te pusiste?
“un vestido negro, solo eso. Sin ropa interior, y estaba descalza”
“¡Qué hermosa por dios! contame más”
“Le mandé un WhatsApp. Estaba con un amigo”.
“Pero pará, primero decime, ¿por qué no lo llamaste al vigilante?” le pregunté.
“Estaba de franco” dijo ella.
“Ajam, ahora seguí contándome, él estaba con un amigo ¿Y entonces…?
“Le dije que lo deje al amigo un rato, y que venga a cogerme. Pero obvio, apareció con el amigo.
“Contame cómo te cogieron, con detalles” ya no le estaba pidiendo, sino que le estaba ordenando.
“primero me agarró mi vecino. Es bastante bruto. Me tiró a la cama, me levantó el vestido, ...