Ana 8, el sobrino obsesionado
Fecha: 11/05/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... se bajó los pantalones, me agarró del cuello, y me la metió, primero despacio, o lo que para él es despacio, y después con fuerza”
“¿Y el amigo?”
“El amigo miraba”
“Contame todo”
“El vecino me cogía fuerte. Le gusta que lo mire a los ojos mientras me penetra. Me da un poco de miedo, pero me gusta. El amigo estaba a un costado, creo que se tocaba. Mi vecino me susurraba puta al oído, después me acabó en el clítoris, y ahí se acercó el amigo, y me metió la pija en la boca. Tenía la pija chica y peluda. Me la hacía tragar entera, y más de una vez tuve que escupir algún pelo que me había tragado…”
“Sos la puta más hermosa. Seguí contando”
“Eso mismo me dijo mi vecino. Date vuelta putita hermosa, me dijo. Yo me puse en cuatro. El amigo se acomodó para que se la siga chupando. Le gustaba acariciarme la cabeza cuando me la metía, y cada tanto me agarraba la cara, y hacía que lo mire. A todos los tipos les encanta la cara de nena que tengo. Mientras, mi vecino, me chupaba el culo, y me metía el dedo. Me preparaba para el anal. Me gusta que me hagan el culo, aunque nunca acabo así”
“¿Y pudiste acabar esa noche?”
“Sí. Después que me hizo el culo, descansamos un rato. Ahí me subí arriba de mi vecino. El amigo sólo servía para que se la chupe, creo que me acabó cuatro veces en la cara. ¿Te gusta lo que te cuento?”
“Me encanta. Contame cómo terminó”
“Estando arriba, manejaba yo la situación, salvo por el boludo del amigo que me seguía metiendo la pija ...
... en la boca. Y como estaba caliente, acabé enseguida. Después me cogió de nuevo, en cuatro, pero no por el culo. Me la metió bien fuerte, me gusta así. Soy una puta, no puedo estar dos días sin coger. Por favor no te conviertas en uno de ellos, vos sos bueno, por eso no quiero nada con vos.”
“Facundo es bueno, y es tu amante” Retruqué yo.
“Si, pero me trae problemas, además vos sos mi sobrino, está mal que me veas así”
Esto último era una gran mentira. Estaba seguro de que a tía Ana no le importaba en lo más mínimo nuestro parentesco. Ella simplemente no quería sumar a otro amante que la use a su lista. Ojalá la hubiese podido convencer de que yo era distinto, pero ni yo mismo me creía eso. Así que no dije nada al respecto, sino que seguí indagando en su vida privada.
“Ya sé a qué problemas te referís. ¿Aparecieron de nuevo los extorsionadores?
“Sí, piensan venir mañana. Me dijeron que me vista con un vestido floreado con el que me vieron en Facebook. Es mi vestido preferido, ojalá que no se les dé por arrancármelo a tirones como hacen a veces.”
Yo también la vi con ese vestido. La palabra más cercana que puede describirla es exquisita.
“siempre van a la tarde los pendejos ¿no? A la noche contame lo que te hicieron” Le puse.
“Sí, a las dos de la tarde. Hora de la siesta. Tengo que poner la música en el equipo para fingir que practicamos. Es una locura, quiero que se termine esto”
El detalle de la hora era invaluable, pero yo me hice el tonto y le ...