1. La colegiala y su amiga con el señor mayor. Solo sexo y sexo.


    Fecha: 04/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... ahora eres mi confesor, uffff qué alivio poder sacarme todo ese cargo de conciencia. Gracias por escucharme...” Que como me vio cara de buen tipo, cuando me fijé en ella, sintió esa comunicación, esa vibración interior que le decía que era la persona adecuada para dejarse coger…
    
    —El cazador cazado, —dije. Nos reímos.
    
    Siempre tuve bien claro que nos creemos ser el cazador por excelencia, pero casi siempre olvidamos que podemos dispararles a todas las mujeres, pero solo cazaremos a la que quiera aceptarnos, solo cazamos a la quieras ser cazada, ella elige, sexo débil, hmmmm.
    
    Volvimos al comienzo, ahora con la conchita, el objeto de mis caricias bucales hasta conseguirle ese demorado orgasmo que estalló en mi boca. Nos besamos en la boca haciéndole probar el sabor de sus propios jugos. Enloqueció, por primera vez la chupaban, y le gustó mucho.
    
    La chupada la descontroló, se sentó empalada encima del miembro, se lo metía hasta el ombligo y me galopó con tanta violencia como yo lo había hecho un momento antes, su calentura le daba energía para coger a todo tren. Ayudé con las manos en sus caderas a ensartarla por completo, saltaba sobre la pija hasta que el orgasmo la sorprendió cuando bajada sobre mí.
    
    Gritó y gimió de placer descontrolado, quieta al principio, la pija dentro y su mano apretándose el papo como para retener tanto placer.
    
    Reinició el subibaja, se la saco. La pongo boca abajo, almohada debajo del vientre. Ahora soy yo el que domina, el que somete, ...
    ... el que cabalga. Montando a lo salvaje, tomada de las tetas estoy encima de ella, poniendo todo adentro de la conchita.
    
    Frenético la cabalgada, estoy próximo a terminar. La doy vuelta, ahora arrodillado sobre ella, con la pija sobre las tetas, pajeándola. Viene la leche y se la largo toda sobre las tetas, aunque alguna gota llega a su boca. Prueba con la punta de la lengua, saborea. Ahora está tomando de sus tetas con un dedo y lo lame.
    
    —Lindo gusto tenés, es rico.
    
    Nos abrazamos y besamos. Ambos estamos satisfechos, yo mucho más.
    
    —Nos podemos ver mañana. —Aceptó.
    
    Era temprano, como las siete de la mañana, llegó Vale con una amiguita.
    
    —Hola, ella es Rosi, ¿podemos pasar?
    
    —Sí, sí... claro, entren.
    
    Como aún no me había levantado, estaba solo en calzoncillos. Vale me pasó para la habitación y me “atendió” como el día anterior. Estaba terminando de acabar ella, cuando Rosi se asoma a la puerta tocándose la entrepierna con una mano y con la otra esas tetitas pequeñas, pero tentadoras.
    
    Ensartada como estaba en el choto, un momentito después de la acabada, la mira y le dice:
    
    —Pasá, vení con nosotros, es un amigo, un buen amigo.
    
    La invito a ser la tercera en acción. Se sacó todo menos la tanga. Nos ocupamos, los dos, de tratarla como se merecía. Me agarré a sus tetitas, me las comí de un bocado. Vale me chupaba la pija.
    
    Era el desenfreno, ahora le tenía ganas a la nueva, aún tenía la pija llena de leche sin largar. Me subo encima de Rosi, levanto las ...