1. Huelga laboral, con dos compañeras, tiempo para el sexo


    Fecha: 12/05/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... acoplamos, enchufados, a fondo. Caemos, yo ensartándola desde atrás, por la argolla. Le doy con fuerza y rápido. Mirta está hecha una diabla del sexo, con la mano entre los dos me acaricia la verga y los testículos en cada entrada.
    
    Mirta se coloca boca abajo pegada a su amiga, como opción alternativa, espera su turno. Cambio de monta, la enchufo a ella, Marcela observa y espera que vuelva. Alterno el bombeo en ambas conchitas, estoy por acabar, y con la prisa de los sucesos ninguno pensó en el condón:
    
    —¿En dónde termino?
    
    Marcela pide que sea en ella, está casada. Llega el momento supremo y me acomodo en su concha para derramar todo el contenido de la pija en ella, sigo empujando más lento hasta que no queda ni una gota.
    
    Mirta saca la pija de la concha de la amiga y me la deja limpísima con su boca, tomando el resto de semen que queda.
    
    El sol nos dejó el rastro de su presencia en la piel, con la calentura y el sexo urgente nadie había reparado en ello. Por precaución, para evitar las consecuencias de una exposición prolongada, levantamos campamento y la seguimos en el dormitorio, cama King size, apta para el trío juguetón. Mientras fui a la cocina a buscar otras cervezas, las dos amigas se estaban dando un 69 apoteótico. Como viejas amigas de compartir cama estaban como pez en el agua, por mejor decir como lengua en su concha.
    
    Tomando la cerveza, me ofrecían en el palco avante scen, sitial privilegiado para el espectáculo, contemplar la dedicación y esmero ...
    ... que ponían, la una en la otra, para darse el máximo de placer, sin egoísmos. Se agotaron entre ellas, tomé lugar en el medio para recibir los mimos de las dos magníficas actrices.
    
    Con caricias y lamidas profundas, responden con entusiasmo. Me excito y me monto a Marcela, desde atrás se la pongo, entró de un golpe. Mirta la toma por el clítoris, y yo cabalgando con ritmo y sin pausa la hacemos llegar a un tumultuoso orgasmo. Explota abruptamente como si fuera el primero.
    
    Fuera de combate, cambian roles, la cabalgo a Mirta y la satisfecha es quien ayuda con la mano abajo, en la conchita, trajinamos un buen trecho, sin salir de la cabalgadura tomé un poco manteca que, previsoramente traje de un viaje a la cocina, le unto el ano con ella, sin consultarla.
    
    Al sentirla, reacciona al frío ungüento, se deja hacer. Después de un dedo, son dos los visitantes que abren camino en el recto que se siente bien apretadito. La apoyé con la cabeza de la poronga, al segundo empujón ya entró la mitad, uno más y todo en el estrecho pasaje.
    
    Con buena lubricación se presentaba como un alojamiento estrecho, disfrutable, debí esforzarme por no acabarle, aún me queda probar el culo de Marcela. Con una seña a ésta la apuramos a Mirta y la hicimos llegar a un orgasmo de película.
    
    El culito de Marcela untado mientras ensartaba a su amiga, esperaba mi carne latente. Se metió con furia, hasta el mango, en una culeada vibrante la movía con todo ímpetu hasta hacerla quejarse de dolor, por la ...