1. Desvirgando a la hermana del cura


    Fecha: 22/05/2021, Categorías: Anal Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... tienta.
    
    Con una mano cogió mi polla y con la otra mis huevos. No sabía mamar. Lo importante era que ya arrancara.
    
    Metí mi mano derecha dentro de sus bragas y me encontré con con una charca de jugos y un clítoris fuera del capuchón que era tan grande como la falange de mi dedo meñique.
    
    Se arqueó y le quité la falda, ella se quitó el sujetador y yo después de la falda le quité las bragas. Parecía una muñeca con buenas tetas y chocho y sobacos peludos. Lo primero que hice fue beber todo el jugo de su chochito a lametadas, como un perro. Después metí aquel enorme clítoris en la boca y lo chupé como si fuera un caramelo. Pasado un tiempo, Lola, me agarró la cabeza con las dos manos, y me susurró al oído:
    
    -Me va a venir el gusto, Quiquiño.
    
    Dejé de chuparle el clítoris. Volví a lamer su coño empapado, y después le fui metiendo mi polla en su estrechísima vagina, Con mi gorda y larga verga clavada hasta el fondo, ajustada, ajustadísima, y besándola, la follé despacito, muy muy despacito... Al rato apretó con las dos manos mi culo contra ella. Movió el suyo alrededor, y con su clítoris rozándose con mi pantalón, y mirándome a los ojos, susurró:
    
    -Me viene, Quiquiño, me viene.
    
    Vi como sus ojos miraron a su cielo. Los cerró de golpe, y gimiendo sentí como su chochito apretando y soltando mi polla la bañaba con su jugo.
    
    Al acabar de correrse bajé al estanque, lamí y tragué todo el jugo que lo anegaba y después me quité la camiseta, los Lois y los tenis y me eché ...
    ... boca arriba. Esperé a que se recuperase, y le dije:
    
    -Fóllame hasta dejarme los ojos en blanco.
    
    Lola, me sorprendió.
    
    -No puedo hacerlo.
    
    -¿Por qué?
    
    -Eso sería lujuria, y es un pecado capital. Ya bastante he pecado dejándome.
    
    -No hay pecados capitales, ni provinciales ni de pueblo ni de aldea.
    
    -No juegues con esas cosas.
    
    -No juego, Lola. No hay pecados. La religión es una farsa. Mira las Cruzadas. Se mató gente en nombre de Dios... ¿Por qué dejaste de ser monja?
    
    -Eso es algo personal y muy íntimo.
    
    -Hacer el amor tambien lo es.
    
    -No te esfuerces. No voy a subir encima de ti. No te haría el amor, te follaría. Sería como la otra, una perra, una gata... Sería un perdida.
    
    -Vale. Date la vuelta.
    
    Se puso boca abajo. Le abrí las cachas con las dos manos y le lamí el periné y el ojete.
    
    -No hagas eso, guarro.
    
    Seguí lamiendo.
    
    -Para ya.
    
    Acariciando sus nalgas le metí la punta de la lengua dentro del ano y se lo follé.
    
    -Marrano.
    
    Después de estar un par de minutos con el lame, saca y mete, le eché las manos al vientre para que levantase un poco el culo, y se resistió.
    
    -Déjame. No me gusta. Es asqueroso.
    
    -Como desees. Ponte en la posición que quieras. Yo lo único que busco es darte placer.
    
    Lola, me había mentido otra vez. Se puso a cuatro patas, y me preguntó:
    
    -¿Está bien así?
    
    La tramposa quería que le siguiera comiendo el culo. ¿En que lugar del camino habría muerto la puritana?
    
    Jugué con mi lengua en su culo y en su ...
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