Desvirgando a la mujer de mis sueños
Fecha: 30/05/2021,
Categorías:
Jóvenes
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... algún vello púbico, al igual que mi pene que lo había rasurado para la ocasión.
Para excitarla lo suficiente, para que no le doliera, le propuse hacer un 69 y aceptó, yo me acosté y ella se subió sobre mí, tenía su hermosa vagina a mi entera disposición, ella tomaba con torpeza mi pene, le daba lengüetazos y yo lo disfrutaba. Su vagina era succionada por mi boca y mi pene entraba en esa boquita tan deliciosa y era chupada por sus labios carnosos.
Después que ya estaba lubricada decidimos hacer un faje, obvio ahora sin ropa. Como si estuviéramos en el parque, la puse contra la pared y a tocar sus nalgas y sus tetas, me recosté en la cama y después la puse sobre mí, rosaba, ahora sin nada que los impidiera, su jugosa vagina con mi pene que estaba a reventar. Esto hizo que se lubricara más.
-¿Estás lista mi amor?-
-¡Si, hazlo ya!-
-Está bien-
La acomodé en una posición que había visto en internet para desvirgar, recostada al borde de la cama con sus piernas abiertas y sostenidas en mis hombros. La besé en sus labios y sus tetas una vez más y, con la misma cara que puse la vez que le pedí que si podía tocar sus tetas, le indiqué que lo haría. Comencé poniéndole la punta de mi pene en la entrada de su vagina. Con calma fui empujando, mientras ella hacia gestos de placer mezclado con dolor. Ya dentro la punta, sentí su himen, una vez más la miré y empuje con fuerza pero con cuidado. Ella soltó un gemido de placer muy fuerte – aaaaaaahh-.
Estando adentro ...
... espere un momento a que su vagina se adaptara a mi pene y poco a poco fui empezándome a mover. Sentía como sus paredes vaginales se contraían y deban la sensación que chupaban mi pene. Así la tenía, con la verga adentro, sus piernas abiertas recargadas en mis hombros y ella gimiendo a todo lo que su voz podía. De mi parte, la sensación era inigualable, mi pene siendo comido por esos labios carnosos, besando y lamiendo sus tetas. No podría haber algo mejor.
Así estuvimos como media hora cambiando de posición, lo hicimos de a perrito, recargados en la pared pero lo que mas me gustó fue sentarme en una silla, ella con mi verga clavada en su vagina de frente encima de mí, abrazados para sentir sus tetas y besándonos con mis manos tocando sus nalgas y empezando a tocar su ano. En esa posición acabé por primera vez, le dije-¿estás segura que acabe dentro de ti?- contestó- si quiero sentir tu semen corriendo en mis entrañas- Aceleró el ritmo, era fascinante ver saltar esas tetas, oírla gemir; y finalmente varios corros de semen se escapaban de mi pene, fue rico porque en ese momento ella estaba teniendo como su cuarto orgasmo. Después que acabé de sacar todo el líquido, la miré y nos quedamos así mientras mi pene se ponía flácido y la mezcla de sus jugos, mi semen y un poco de sangre salían de su vagina.
Después de que acabó eso, salió mi pene de su cansada vagina y para mi sorpresa lo empezó a chupar para quitarle el líquido, yo hice lo propio con su conchita y acabamos en otro ...