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Fotógrafo. Quería jugar y le abrí el ORTjetivo.
Fecha: 02/06/2021, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... hombres, esa fue su intención al pedírmela. Eran hermosos, tan níveos, tan teros, tan duritos y enhiestos, los pezones rosados y erguidos que me quedé absorto sin poder articular movimiento alguno. Eran una invitación a ser adorados, mamados, objeto de la rapiña más atrevida, pero… era carne prohibida, por eso lo mejor era retomar la compostura y pensar que lo que estaba viendo no existía. Una toma de prueba y otra cambiando el ángulo, pero ni ella ni yo parecíamos conformes, era necesario inmortalizar ese momento mágico. Me vi obligado a aproximarme para corregir la pose, tanto que su perfume se mete en mí, taladrando mis sentidos y alterando la prudencia y la cordura, aun así, la coloco recostada sobre el silloncito de costado al modo de las madonas del renacentismo... El bulto queda a la altura de su carita, próximo a sus tetas expuestas. Lo mira y se frota los pechos en él. Estoy por explotar. Levanta los ojos, mira satisfecha por el elogio del bulto, recaliente y latiendo en el encierro de la bragueta. No pude con mi genio, ni con ese loco deseo y le di un beso, con toda la ansiedad y el deseo en los labios. La lengua de Solange se adentra en mi boca, me roba la saliva y me atrapa el alma entre sus dientes. Solo uno que duró un instante pero que se recuerda toda una vida. Quedamos sin aliento, sin poder respirar. Separadas las bocas, dice: - Cristian, esto se quede entre nosotros, ¡porfa!, y sigue: Si hay alguna foto que te gusta, puedes, quedártela, como ...
... para… tenerme... –pausa con cero de inocencia. - Sí…, sí… claro…, entre nosotros… - Nos vemos en la fiesta, mamá debe estar por regresar. Me dio un beso en la despedida, lo usual de presentación, pero ya nada ero lo mismo, ese no sé qué que se palpaba en el aire. A la noche siguiente, la fiesta, el vídeo, más fotos, un trabajo con la rigurosidad profesional de un evento de esta naturaleza. Nada de lo esperable se produce, espero una señal, algo… La nada misma. Es común que las fiestas se extiendan toda la noche y se termina cuando llegan las medialunas para el desayuno y se termina la fiesta, es lo acostumbrado. Es de madrugada, desconcertado, estoy por retirarme, cargando los elementos de trabajo, y escucho la voz de Solange, en tono muy quedo: -Cristian, hay mucha gente, mañana te llamo… y ¿nos vemos Si quieres…? -Bueno, de acuerdo. Claro, claro, que síiii. En la tarde, bastante tarde, del domingo, cumple la promesa de llamar, acordamos un sitio. Llego puntual, bueno… como la ansiedad me pudo otra vez, estaba esperando más de media hora antes de lo fijado . Subió al auto y salimos raudos, paramos en una zona alejada y nada transitada. Nos metemos mano y nos morreamos con mucha ansiedad y nada de prudencia, la desmesura era el nombre del fajarnos a morir. Me observa y se ríe al ver la erección inocultable, una carpa formidable eleva el pantalón, la bragueta a punto de reventarse. Vuelve a mirar el bulto con dulzura, como quien mira a un bebe hacer ...