1. Fotógrafo. Quería jugar y le abrí el ORTjetivo.


    Fecha: 02/06/2021, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... graciosas muecas, pero solo ve manifestarse a un hombre tan caliente como puede estarlo alguien en abstinencia de sexo por más de tres semanas, inocultable ante tamaña excitación.
    
    Llevó su mano a la erección, libera al prisionero, lo toma en sus manos, por mejor decir “se agarra de él” con ganas y sacude su pasión en el latente cuerpo del delito. Devolución de atenciones, que le dicen, por debajo de la minifalda entró hasta el borde de la tanga, por instinto abre las piernas, repto por debajo del elástico, busco entre los vellos púbicos el camino al nido. Los dedos nadan en el abundante jugo de la cerradita conchita. El fragor generado, pone en peligro el interior del auto.
    
    -¡Pará, pará!, me vas a hacer acabar si seguís. Así no...
    
    -¿Cómo entonces?
    
    -Vamos a otro lugar, antes de que vengan los bomberos para apagarnos el fuego que llevamos dentro, ¡llévame al telo! (hotel).
    
    Rapidita para las decisiones, la llevé al más cercano. Tanta seguridad y decisión flaquean cuando estamos a metros de la entrada, la invade el temor y la duda, es cuando el hombre necesita de experiencia y “muñeca” para manejar la situación, la tranquilizo con todo el arsenal de argumentos convincentes que llevamos en la mochila para esas emergencias, era obvio que entrar a un hotel era su primera vez, con más calentura que indecisión, se deja seducir. Entramos, mientras sigo con la parafernalia de la fórmula usual de una primeriza...
    
    -Tranqui, que no va a pasar nada que no quieras hacer, ...
    ... cuando quieras cortarla será y cuando dispongas nos retiramos y bla, bla, bla…
    
    Hubiera prometido cualquier cosa, con tal que entrara, si me pedía que bajara la luna también diría que sí. Pedí dos coca−colas con hielo y dos whiskies, por si necesitaba entonar un poco a Solange. Bebimos, como para entrar en confianza, tan así que hasta bebió un par de sorbos de wisky que termino por aflojar sus aprensiones y soltar los frenos y poder revolcarse por el mar de sábanas que nos aguardar para ser cómplices de una sesión de sexo como bautismo de fuego en su mayoría de edad.
    
    Volvimos a meternos mano, a darnos un faje de aquellos, ahora en la cama revolcados en la cama. Histeriquea, se hace la difícil, resiste, pero el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo, y este maduro sabía cómo llevarla a mi terreno, casi sin que se diera cuenta quedó en traje de Eva y sin la hoja de parra.
    
    Antes de darle tiempo a reaccionar, estoy desnudo, pegado a su cuerpo, para que sienta el calor del macho latiendo en su piel. Inicio el ablande, besos de lengua, con todo, larguísimos, tanto como para respirar en la boca del otro.
    
    Aún seguía debatiéndose, me sacaba la mano de las tetas y la ponía en la cuquita, me la saca de ahí y le toma la suya y la llevo a mi pija. – Uf, cuánta acción, no puedo pararte, eres como un pulpo, cuántas manos tienes.
    
    -Todas las necesarias para atraparte, para tenerte toda.
    
    Todo venía bien pero cuando era “ir a los papeles” Solange “arrugaba”, aún era ...
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