Mi preciosa y sexy mucamita
Fecha: 03/06/2021,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: beto69, Fuente: CuentoRelatos
... quería agradecerle… —se excusó, mientras para incorporarse apoyó su brazo derecho sobre mi bragueta, logrando que su mano palpase mi indisimulable verga erecta.
—Entonces te espero mañana a las 8; traé tu equipaje así te instalás en la habitación que usarás —dije aparentando naturalidad. Comencé a disfrutar no bien se fuese la pendeja me haría una rica paja…
—Señor…, no lo tome a mal…, no tengo donde dormir, y no tengo más ropa que la puesta…
—Entiendo… entonces vení, te muestro tu habitación…
La llevé hasta su cuarto, cuya entrada está enfrente a mi puerta. La cama de una plaza también estaba visible desde la mía, lo mismo que un espejo de un metro setenta ubicado al lado del lugar donde ella descansaría. En otra pared había colocado cuatro posters de modelos de la revista Playboy, desnudas y mostrando lascivamente sus intimidades. Esto lo hice a propósito dos días antes, con objeto de que la chica que estuviese en esa habitación viese cual era mi onda. Por supuesto, con esas imágenes me había masturbado varias veces.
—Ahhh…, espero que no te molesten las fotos; antes usaba este cuarto como mi escritorio y me gusta ver chicas lindas desnudas y relajarme… —comenté.
—¡Para nada me molestan!; ¡me encantaría ser como ellas y que los hombres me miren para relajarse, como dice usted…
—Sos casi tan linda como esas chicas… Capaz que alguna vez te saco fotos así, pero no nos adelantemos; ahora ubicate, ponete cómoda, bañate y mañana hablamos bien acerca de tus ...
... tareas. ¡Ah, una cosa: dentro de casa no cierro ninguna puerta, salvo la del baño, así que no cerrés la tuya; cuando tengas que cambiarte hacelo en el baño…
—¡Gracias señor!...
Al escuchar que Eulalia entró a bañarse, con lo caliente que me había dejado la pendeja, me saqué el vaquero dentro de la habitación que ella ocuparía. Mi bóxer ya estaba mojado. Me desnudé y, sin cerrar la puerta, con la luz prendida, me tiré boca arriba sobre la cama en donde ella dormiría. Apenas toqué mi pija, durísima, sentí como una corriente eléctrica: estaba a punto de acabar. Cerré los ojos e imaginé cada detalle del rostro y cuerpo de Eulalia.
Recreé sus grandes ojos, las pestañas largas y castañas, los labios carnosos, el cuello largo, sus hombros delgados, los pechos redondos, duros, firmes, la cintura fina, las caderas amables, las piernas largas y bien formadas emergiendo de la minifalda. Bajé mi mano izquierda, apreté la verga y de inmediato saltó el primer chorro de leche enchastrando mi vientre. Apreté de nuevo y el semen fue hacia los muslos, las pelotas, el pene. Mucha leche, me la refregué sobre el pecho y luego me la llevé a la boca. Algo se derramó sobre el cubrecama. Me levanté y fui hasta mi cama para dormir. Tal como había anunciado, no cerré la puerta de mi pieza ni me cubrí.
Desperté con sed. Miré el reloj en la mesa de noche y mostraba las 3.35. Al levantarme para dirigirme al baño observé a Eulalia durmiendo. Su cuerpo acostado sobre su perfil derecho, demostraba ...