1. La madura amiga de mi familia


    Fecha: 04/06/2021, Categorías: No Consentido Autor: Beast, Fuente: CuentoRelatos

    ... conversación. Finalmente pude terminarla, antes de correrme en la cara de Dayra. Comenzó a reírse de lo gracioso que le había parecido y eso. Se limpió con un trapo que tenía y me dijo que ya iba a hacer la cena.
    
    Esa noche, una vez terminamos de comer, sacamos el cooler y nos sentamos en la terraza, en una mesita que había y nos pusimos a tomar. Empecé a controlarle los tragos a Dayra, asegurándome de cargárselos de licor y siempre 2 para ella por cada uno mío. A ese ritmo, Dayra no tardó mucho en quedar medio borracha. Acerque mi banca y le metí la mano entre las piernas, comprobando que después del río, había estado todo el día sin bragas por allí. Le metí un dedo y empecé a dedearla mientras Dayra se echaba en la silla dejándose hacer y lanzaba pequeños gemidos. Le saque el dedo, que ya venía mojado y se lo di a probar. Dayra me miraba a los ojos y empezó a chuparme el dedo. Le dije que nos fuéramos a la cama y la lleve de la mano. La acosté a la orilla de la cama y le hice a un lado la pañoleta, le abrí las piernas y empecé a penetrarla. Me la cogí así un rato, hasta que me canse e hice que se virara. Recordé la primera vez ...
    ... que lo hicimos, que no quería ponerse en cuatro y me causaba gracia ver como con el tiempo, a veces ni tenía que decirle que se virara, Dayra misma sabia como me gustaba cogérmela y asumía la posición por ella misma. La penetre por detrás, la sujete por las caderas y empecé a darle con todas mis fuerzas, mientras Dayra gritaba al sentir toda mi verga adentro. La vieja cama rechinaba con cada embestida que le daba a Dayra y ella finalmente se corrió quedando rendida en la cama. Al sentir yo mismo que me venía, seguí bombeándola hasta que me corrí como nunca antes lo había hecho dentro de ella. Quedamos exhaustos y Dayra se quedó dormida al rato.
    
    El día siguiente, cogimos un buen rato durante la mañana. Ya al mediodía habíamos subido al carro un par de cosas que se quería llevar y regresamos a la ciudad. Me quede un rato en su casa, conversando con su hija, mi vieja amiga, de todo un poco. Me causo algo de gracia cuando me dijo que su mama si se veía radiante últimamente. Después de eso, mis visitas a la casa de la Sra. Dayra se hicieron más esporádicas, aunque de vez en cuando, planeamos una escapadita para recordar viejos tiempos. 
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