1. EL VOUYER.


    Fecha: 15/06/2021, Categorías: Voyerismo Autor: erotikakarenc, Fuente: RelatosEróticos

    Me encanta observar a mis vecinas de enfrente. Todas ellas tienen algo.
    
    Soy un hombre soltero, tengo cuarenta años y vivo sólo. Quizás sea esa soledad la que me empujó a comprar aquel telescopio, el que uso para espiar a mis vecinas de enfrente. O quizás fuera el aburrimiento y lo mucho que me gusta observar a las mujeres, contemplarlas, estudiar sus movimientos; no sé, la cuestión es que por las noches, en lugar de mirar la televisión prefiero mirarlas a ellas.
    
    La más interesante de todas, es la del tercero segunda. Una joven de unos 25 años, rubia con un cuerpo precioso, caderas bien definidas, pecho perfecto, ni grande ni pequeño, unas estilizadas piernas. En fin, el sueño de cualquier hombre. Además es la más desinhibida de todas, nunca cierra las cortinas, y la he visto hacerlo de mil y una maneras, con los más variopintos hombres. Pero anoche fue especial y diferente. Anoche la putita, se montó un trío.
    
    Eran ya las diez cuando cogí la silla y me puse frente al telescopio. Acerqué mi ojo al visor y empecé a buscar. En el primero estaba la familia al completo mirando la televisión, era evidente que a esa hora la madre no iba a invitar a su guapo amante para que la follara. En el segundo, la joven adolescente tampoco estaba sola, con lo cual estudiaba aplicadamente en su habitación. Y en el tercero estaba ella. Cuando fijé el objetivo sobre la ventana de su comedor, ví que acababa de llegar, e iba muy bien acompañada por un par de hombres, jóvenes como ella, ...
    ... guapos, morenos e igualitos físicamente. Iban los dos con traje y corbata y ella llevaba un vestido de noche, negro, de tirantes, y con un escote en la espalda que terminaba donde esta pierde su casto nombre. Ella se acercó al mueble bar y llenó tres vasos, mientras ellos se sentaban en el sofá. Cuando terminó de preparar las copas, se acercó a ellos, ofreció una a cada uno y se sentó en medio de ambos. Estuvieron un rato bebiendo y hablando animadamente. Hasta que terminaron las copas y las dejaron sobre la mesa que había frente al sofá. Y entonces uno de los gemelos, tomó a la ninfa de su barbilla, acercó su boca a la de ella y la besó.
    
    Acerqué el zoom del telescopio y pude ver como el chico introducía su lengua en la boca de ella y como ambos se deleitaban con aquel beso. La cosa empezaba a calentarse. Y lo hizo más, cuando el hermano, empezó a masajearle la rodilla a la nena.
    
    Aquello prometía como casi siempre que llevaba a algún hombre a casa. Ella tampoco se quedó a atrás, posó su mano derecha sobre la abultada entrepierna de uno y la izquierda sobre la del otro y empezó a masajearlas por encima del pantalón. La chica y el que estaba a su izquierda dejaron de besarse, y el chico empezó a deslizar el tirante del vestido por el brazo de ella, su hermano lo imitó bajándole el otro tirante, en menos de cinco segundos, la muchacha tenía los pechos totalmente desnudos y a cada uno de los hombres chupeteando, lamiendo y mordiendo sus pezones. Pude ver como la joven disfrutaba ...
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