1. Me devoró el gitano


    Fecha: 16/06/2021, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... brazo y me soltó. De pronto, sin darme cuenta, como en un sueño, me encontré pasando una mano por su espalda y apretando el culo del viejo contra mi vientre con la otra, al tiempo que lo besaba y seguía como gimiendo o jadeando.
    
    La verdad era que aquello lucía muy bueno, y que nunca me había sentido tan excitada como sintiendo el pene del anciano moverse dentro de mi cuerpo…
    
    Me abracé a don Rómulo, que continuaba moviendo su verga dentro de mi vientre cada vez más salvajemente, respiraba como si le faltase aire, le besé, le mordí el cuello, apreté su culo contra mi vientre, casi hasta hacerme más daño cuando me la metía hasta lo más profundo, me moví arriba y abajo, arriba y abajo, adelante y atrás, adelante y atrás, acompasando mis movimientos a los suyos.
    
    Era inesperado, sí, sorprendentemente aquello me gustaba, la salchicha no dejaba de moverse dentro de mi, frotándose contra las paredes de la vagina, entrando y saliendo, entrando y saliendo, don Rómulo jadeaba, me miraba, cerraba los ojos, me bañaba con su sudor, yo también sudaba, me gustaba mucho, no puede explica bien con palabras lo que sentía…
    
    Inesperadamente, de golpe, como un relámpago, el viejo gitano dejó ir un gemido más alto, casi como una queja desesperada, como si algo explotase dentro de él…
    
    Se quedó quieto un momento, su cuerpo se puso como rígido, como duro, y luego empezó a moverse encima de mi frenéticamente, muy acelerado, a mi me gustaba mucho, parecía que él ya no podía respirar, su ...
    ... polla entraba y salía de mi sexo a gran velocidad, él me movía y me aplastaba como si veinte caballos estuviesen galopando furiosos encima de mi, pero a mi cada vez me sorprendía que me gustaba más, a pesar del dolor…
    
    Me maltrataba pero era excitante, y el anciano empezó a gemir más alto, casi a gritar, como si se ahogase, y yo noté entonces, sorprendida, que cada vez que ahora él pegaba el salto hacia adelante, clavándomela hasta lo más hondo, un líquido muy caliente me entraba a borbotones, como si brotase de una fuente que estaba inundando el interior de mi vientre, me notaba mojada, un líquido muy caliente me mojaba el interior de mi cuerpo…
    
    Me di cuenta de que don Rómulo se estaba "corriendo" -como decían los chicos-, dentro de mi, que había llegado a eso que los libros llaman "orgasmo", y que yo, y que yo, no puedo explicarlo, no puedo decir lo que sentí, clavé mis uñas en el cuerpo del anciano y también exploté, gemí, me quejé, me puse a jadear, me moví tan rápidamente como él, le besé, le mordí…
    
    Era como si mil caballos explotasen dentro de mi, no podía respirar, y aquello seguía, seguía, que ahora era yo quien movía al anciano al moverme yo,… hasta que me di cuenta de que estaba empezando a quedarme quieta, en reposo, poco a poco, que casi yo ya no me movía, que don Rómulo ya estaba quieto encima de mi, aplastando mi cuerpo con el peso del suyo, que a los dos nos costaba respirar, que estábamos bañados en sudor…
    
    Yo le estaba acariciando la cabeza, me notaba ...
«1...3456»