1. Me devoró el gitano


    Fecha: 16/06/2021, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mojada por dentro, un líquido caliente se movía en mi cuerpo, él estaba como dormido, como muerto, encima de mi, pero no me molestaba, me gustaba sentir el peso de su cuerpo encima del mío…
    
    Todo fue quedando en silencio, ya no se oían ruidos, se oía nuestra respiración, el viejo gitano estaba medio dormido, yo casi también, … pasó un tiempo, tal vez un cuarto de hora, y lo aparté un poco, hice que se pusiese de lado para poder respirar mejor, su peso me aplastaba, sentí como su salchicha salía de mi sexo al moverse de encima de mi…
    
    Se quedó pegado a mi, puso su mano en mi sexo y se dedicó a chuparme el pecho que le quedaba más cerca de la boca, después el otro, yo me atreví -¿por qué no? a- a coger su pene con la mano, a palpar sus pelotas…
    
    A él pareció gustarle porque dejó ir una especie de ronroneo, pero cuando me fui a dar cuenta se había quedado quieto, giré mi cara para buscar la suya y vi que se había acabado de dormir totalmente, su aliento daba en mi cuello, el calor de su cuerpo cubría de lado el mío, llevé su mano a mi sexo y la dejé allí, me toqué, me toqué allí y en los pechos…
    
    Todo parecía irreal… Si no fuese porque de verdad estaba allí, en la aquella cama, con el anciano gitano desnudo durmiendo a mi lado, y con una ...
    ... especie de dolor o escozor en mi sexo, todo hubiese sido como una fantasía, como un sueño…
    
    Pero todo era real, bien real. Todo había ocurrido de verdad… Yo estaba desnuda, con el anciano que me acababa de desvirgar abrazado a mi cuerpo…
    
    Estaba mareada, dolorida, pero al mismo tiempo… Era terrible, notaba que lo que me acababa de pasar me había acabado gustando, que volvía a atreverme a colocar mi mano en el pene del viejo…
    
    Me di cuenta de que encima de la nevera aquella cámara de video continuaba enfocando la cama en la que estábamos don Rómulo y yo… Tal vez el hombre se había grabado todo lo que había hecho conmigo…
    
    Y me dormí…
    
    No recuerdo nada más, sólo que el anciano me despertó y me dijo que ya era muy tarde…
    
    Habían pasado tres horas… Yo había dormido tres horas…
    
    El anciano estaba vestido y me miraba burlón…
    
    Me dijo que me duchase en las instalaciones del camping y me vistiese, que Rosarito ya volvía de Mataró y teníamos que ir a la estación del ferrocarril a recogerla… Añadió que me esperaba en el bar y salió de la caravana…
    
    Me miré al espejo…
    
    Yo intuía que aquello había sido sólo la primera vez, que habría muchas más en las que el anciano penetraría en mi cuerpo…
    
    Y esa intuición se ha cumplido ya plenamente… 
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