1. Imprevisto


    Fecha: 16/06/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... licor abundaban el lugar.
    
    Aquello era ridículo, un mar de personas, y yo buscando a alguien que seguramente no me querría allá. Buscaba un sitio donde dar la vuelta en “U” para irme a casa, cuando oigo mi celular sonar.
    
    Liliana me saludo con alegría, sorprendida trate de imitar su tono.
    
    - La caravana ya va a iniciar, creí que vendrías.
    
    En un segundo me pregunte si me había visto ya y por eso decentemente me llamaba.
    
    - Si – exprese con duda – la verdad es que estoy a una cuadra de la plaza.
    
    - ¡Qué bien! Sube un poco más, nosotras estamos media cuadra sobre la plaza. Te espero.
    
    Colgó. Aun confusa continué. El ruido ensordecedor, trasfondo de la llamada encontró lugar en una camioneta justo en la esquina más arriba de la plaza, ella de pie a su lado, con un vaso de licor charlaba con las otras residentes del hospital, me tome un instante para observarla. Aparque junto a la camioneta y baje a saludar.
    
    Tarde mucho rato y varias cervezas en asimilar mi lugar en el sitio, en entonarme y dejar de pensar que desencajaba totalmente junto a ellas.
    
    Unos minutos luego partimos, Liliana no subió al auto conmigo, en su defecto un par de enfermeras y otra doctora si lo hizo.
    
    La música a todo volumen, el tráfico lento que generábamos, el licor y la sensación de libertad me parecía en exceso divertida. De vez en cuando el carro de adelante se detenía para sacar licor de la cava en la maletera y todos los imitábamos, se detenían a orinar, o simplemente porque nos ...
    ... parecía divertido mostrarle a la sociedad que nuestra celebración tendría mayor peso que cualquier cosa que ocurriese en el universo en ese momento.
    
    A mitad del recorrido Liliana, subió a mi auto, con el ánimo a millón manipulo mi estéreo a su antojo, yo pare de beber, sus labios resultaban tan provocadores que generaba una descontrolada ansiedad en mí. Llegamos a las tarimas iniciada la noche, la música a millón, comenzó a llover y eso solo entusiasmaba aún más a las masas danzantes. Ella bailando juguetonamente a mi lado, sin ninguna intención de dedicarme su danza me deleitaba con su cuerpo, húmedo por la lluvia, erizada por los vientos. Tomando aire profundo, huyendo antes de que cualquiera notase como la observaba partí a mi carro a buscarle un suéter. Me agradeció y siguió maniobrando a expensas del sonido del reggaetón que inundaba la zona.
    
    Para cuando lo note eran las 2 am, el licor se agotaba y siendo sincera mis energías también. Le expresé mi voluntad de irme y me contuvo.
    
    - ¡Se acabó la botella! – llego de la nada una de las enfermeras a decirnos, con la muestra de nuestra ebriedad en su mano. – Deberíamos ir por más, propuso mirándome.
    
    Liliana observo aquello – es una excelente idea, - la chiquilla sonrió - iremos por mas licor y te quedaras otro rato, esto aún no acaba.
    
    Me exigió, yo no sé si estaba ebria o no, pero lo que esos labios pidieran yo lo haría con gusto y en entera sumisión.
    
    Dejando a la joven enfermera atrás, partimos Liliana y yo, ...
«1234...15»