1. 48.3 Apuesta ganada a la suerte


    Fecha: 16/06/2021, Categorías: Anal Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... intensidad y se iba poniendo dura.
    
    Un sexto sentido me hizo levantar cuando la puerta se abrió al llegar a nuestro piso, nos dejó salir una pareja mayor que iba a entrar en el ascensor. Gonzalo había colocado su chaqueta para ocultar de las miradas su verga y avanzamos riendo por el pasillo.
    
    -¡Joder!, por poco nos pillan. –no podía avanzar por la risa y para sostenerme tenía que agarrarme a su cintura.
    
    -Tú me has pedido que te la mamara, la culpa es tuya.
    
    Al cerrar la puerta de la habitación tiro de mi brazo para que no siguiera avanzando.
    
    -Continúa lo que has dejado pendiente. –volví a ponerme de rodillas ante él, había salido parte de su vello púbico con su verga y verlo así me excitó, acerqué mi cara para olerlo, su olor a macho era profundo y fuerte, tenía que llevar horas secretando su precum y empapando su bóxer con él.
    
    Su abundante pelo púbico, aplastado entre la tela de la bragueta, hacía que llegara hasta un tercio de su verga.
    
    Tiré de su pantalón para dejarle desnudo y se me resistió, me ayudó soltando el botón superior y cayó ante mí cubriendo sus zapatos, quedaba solo su bóxer con el elástico debajo de sus testículos, empinando aún más su miembro, me relamí y él lo vio, restregó su polla en mi rostro dejando el rastro de su precum en él y golpeo en mi frente.
    
    Tiré de su bóxer y sus testículos colgaron, soltó su polla y quedó pendiente mirando hacia abajo, acompañando a sus huevos, luego pasé mis manos para agarrar sus glúteos llenos de ...
    ... fino y sedoso vello, besé sus muslos velludos y aplasté su pene con mi cara sobre su bajo vientre, besando su prepucio del que escurrían sus jugos olorosos.
    
    Me retiré para contemplarlo tan grande ante mí, con su verga que daba sombra a mi cara ocultando las luces empotradas del techo, hubiera seguido así pero su impaciencia le llevó a coger mi cara entre sus manos y acercar su polla a mis labios. La tragué sin que su glande hubiera descapullado, tiré con mis dientes de su pellejo para arrastrar, al exprimirlo, la secreción que tenía dentro.
    
    Me dejó que la sacara un momento para ocuparme de sus huevos que chupé, y lamí ansioso de ellos, estimulándolos para que luego me entregaran todo su contenido en mi boca como premio.
    
    Sus enormes pelotas me sabían a gloria, y pronto las quité el sabor con mi voraz lengua que los empapaba de saliva antes de tragarlos una y otra vez, y luego volví a mi esperado premio que saldría por la punta de su polla.
    
    Agarré con fuerza sus testículos tirando de ellos mientras metía toda su sabrosa verga en mi garganta, hasta hundir mi nariz en los pelos de su pubis. Chupaba como un desesperado y él, a falta de estrellas que mirar, debía de estar contando las luces del techo con su cabeza hacia atrás, disfrutando de la mamada que le estaba practicando.
    
    Acaricié su ano, y él empujó su verga como acto reflejo hasta hacerme daño, chupé mi dedo que sabia a su culo para volver a su ano intentando meterlo.
    
    Rugió y comenzó a llenarme la boca de su ...
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