1. 48.3 Apuesta ganada a la suerte


    Fecha: 16/06/2021, Categorías: Anal Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sabroso y cremoso semen, sentía en mi mano el palpitar de sus huevos subiendo y bajando en su escroto para vaciar toda su carga en sucesivas andanadas.
    
    Antes de que lo tragara tiró de mis sobacos para meter su lengua en mi boca queriendo compartir su leche. Nos estuvimos besando y manchando nuestras caras de babas y su semen un minuto o dos, y volví a por su polla tiesa como un palo para recoger lo que goteaba de ella.
    
    No quería tregua, se terminaba de correr y necesitaba más, yo no me había corrido aún y no me opuse a que me cogiera en sus brazos y me llevara a la cama, por poco se cae enredados los pies en su pantalón y tuvo que volver a dejarme donde estaba, se los quitó con mi ayuda que arrodillado le quitaba los zapatos a la vez que los míos, y ahora con las prisas, puso un brazo debajo de mi ingle me elevó y me tiró sobre la cama.
    
    Se echó sobre mi sacándome la camisa y apartó el resto de mi ropa hasta dejarme desnudo, sabía lo que quería y actuaba sin mirar, me colocó de rodillas en la cama y puso sus manos en mi baja espalda para aplastarme y rendirme a su bravura y fuerza.
    
    Abrí mis piernas y me llevé la mano a mi boca para luego comenzar a meter mis dedos en mi ano en un intento inútil por dilatarlo, la sujetó con la suya izquierda colocándomela en la espalda para seguir apretando, haciendo que me inclinara, se escupió en su mano derecha y la pasó por mi culo metiendo un par de veces sus dedos, y sin más preparación comenzó a meterme la verga.
    
    Me ...
    ... relajé y abrí mi ano intentando evitar lo peor, entró en su totalidad con un pequeño escozor que me hacía notar su avance por mi recto, hasta que sus testículos transmitieron su calor a mis nalgas, estábamos en contacto y unidos por su polla metida en mi ano.
    
    Después del leve escozor sentía riquísimo su hinchado pene en mi culo, me resultaba divino sentir como me estiraba para dejarse su sitio.
    
    Abrazó mi pecho con sus brazos pegando el suyo a mi espalda y comenzó a moverse, sus poderosos empujes me movían haciendo difícil el equilibrio sobre mis rodillas, mordió mi omoplato y luego lo beso donde antes habían estado sus dientes, creo que en el mismo beso había rabia, inquina, deseos de romperme.
    
    -Eres mi puto y siempre será así. –me sujetó del pelo para hacerme girar la cabeza y me ofreció su boca, unimos nuestros calientes alientos durante unos segundos y luego empujó de mi nuca para aplastar mi cara en la ropa de la cama.
    
    Me sentía llevado a la cima del placer, me encantaba su rudo trato y palabrerío soez, en estos momentos era mi amo y mi Dios y no podía negarle nada.
    
    Comencé a gemir, el también; yo sollozaba, él rugía; yo pedía más, él me lo daba sin tregua, y así entraba y salía como una máquina de mí, ahora aguantaba más y era interminable e ilimitado el placer que me hacía sentir.
    
    Arrancó en mi vientre un huracán que me llevaba a la locura, al placer, al ahogo y comencé a eyacular, coloqué mi mano para contener los fluidos que salían de mi disparados y ...
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