Una cita reveladora
Fecha: 26/06/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Evan, Fuente: CuentoRelatos
... el sueño me venció. Pasaron un par de horas hasta que noté cómo alguien me rozaba. Pero, como estaba teniendo un sueño de lo más húmedo, no le di mayor importancia. Me desperté cuando noté que besaban dulcemente en los labios. Sorprendido, di un salto y me la vi a ella en ropa interior abalanzada sobre mí. Su mirada felina, dejaba ver cómo yo era su presa; puesto que no me podía mover sin rozarle toda.
- ¿Qué te pasa?, ¿te incomodo? - preguntó
- Nunca había estado en una situación como esta. No quiero estropear nuestra amistad.
- ¿Te parece que esto lo está estropeando? - dijo susurrándome al oído, mientras dirigía su mano a mi miembro.
- Umm, no, no. – respondí nervioso-Sólo que no estoy seguro, de que no lo hagas por despecho.
- Hace unos años, te declaraste y aunque intenté hacer mi vida como si nada, no pude soportar más el hecho de estar con mi pareja, ya que no conseguí olvidar mi deseo por ti. Y ahora que te tengo aquí no te pienso dejar escapar. –dijo mientras me cogía la mano y la dirigía hasta su pelvis, justo debajo de las braguitas; donde pude notar que estaba totalmente depilada.
Después de quedarme por unos segundos alucinando, le respondí:
- ¡Qué bien lo has disimulado todo este tiempo! Pensé que me odiabas.
- Ya ves que no, sólo que no quería aceptar mis sentimientos por ti. -dijo mientras se le resbalaba una lágrima por la mejilla.
Me incorporé para secarle la lágrima, así que dulcemente la agarré por debajo del mentón y comencé a ...
... besarla con toda la dulzura del mundo. Poco a poco, nuestros besos fueron tornándose a más pasionales. Es en ese momento, donde ella se quita el sujetador y a modo de broma, me lo cuelga en la cabeza. Ahí me percaté de que no tenía la marca del bikini, hecho que me sirvió para excitarme aún más. Estaba sentado en la cama, y ella a horcajadas encima de mí, mientras nos besábamos, yo podía recorrer con mis manos su cuerpo, suavemente le acariciaba los pechos mientras mis labios se peleaban con los suyos a ver quién denotaba mayor pasión. Al poco, pude sentir como los pezones se iban erizando producto de su excitación. En ese momento, mi boca bajo hasta ahí para jugar suavemente con ellos. En esa postura, ella también podía sentir cómo mi excitación le rozaba por fuera de las bragas. Estaba claro que le volvía loca esa sensación, pero no quería dejar de sentir mi lengua en sus pezones.
Para estar más cómodo, la tumbé de espaldas. De esta manera, podía verle mejor la cara y quitarle esas braguitas tan bonitas y sexys que me vuelven loco. Aproveché al quitárselas, para sutilmente rozarle con mi pene y así lograr que ella se fuera poniendo más y más loca. De hecho, apenas un segundo después de quitárselas, me agarra de las manos y me tira sobre ella. De tal manera que era inevitable el seguir rozándola con mi miembro en su vulva. Estuve así unos minutos, besándola por el cuello y las orejas, mientras ella, me acariciaba la espalda. Era una sensación extraña, pero me ponía muy ...