1. El Regalo de Sanvalentín


    Fecha: 26/06/2021, Categorías: Anal Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos

    ... inusual. ESTA VEZ GABRIEL NO ME ESTABA COGIOENDO, ME HACIA EL AMOR, Ya antes Gabriel me había contratado y era de esos clientes muy formales, me subía a su auto, me llevaba a un hotel me pagaba, se ponía condón y me cogía hasta eyacular. Hoy era distinto y no solo por la falta de condón que a decir verdad a mí me encantaba hoy había algo especial entre cada roce, en cada caricia y en cada ves que entraba y salia. Después de un rato así lo sentí ancharse dentro de mí y después esa sensación única de la leche en mi culo, Gabriel se había venido después de casi 40 minutos, además de agradable y buen cliente era un magnifico amante.
    
    Se quedó dentro de mí un buen rato, mientras platicábamos me pregunto ¿porque trabajar de puta? si evidentemente no necesitaba el dinero.
    
    Le platique del pintor, de cómo me violaron y de cómo me gustaba que me sometieran y le confesé que era puta por gusto y que de buen grado ni siquiera cobraría, así de puta era yo.
    
    Después yo le pregunte porque estaba solo en un 14 de febrero y me respondió que había terminado con su novia unos días atrás porque era muy mojigata, que no se dejaba hacer sexo anal y que ella no lo entendía en la cama, por eso buscaba el placer con una transexual como yo.
    
    Lo vi tan triste que decidí hacer algo por él. Le pregunte que cual era su mayor fantasía y me dijo que le gustaría coger en la calle, que le excitaba mucho el ser visto.
    
    Le pedí que me des empalara por que le haría el mejor regalo de San Valentín que ...
    ... jamás alguien le hubiese hecho, saco suavemente su rica verga, me levante, fui a mi recamara y me puse un vestido de encaje blanco corto, muy corto y holgado de manga larga sin calzones y zapatos de tacón de 10 cm.
    
    Subí a Gabriel a mi auto y conduje hasta el centro histórico de la ciudad de México, me estacione y caminamos de la mano por el centro, la plaza estaba vacía, había unas pocas personas caminando pues ya pasaban de las 2 de la mañana, bajo los arcos frente a palacio nacional me subí la falda y le dije “cógeme aquí” el dudo un poco y se detuvo unos segundo que a mí me parecieron eternos; y ahí estaba yo con las nalgas al aire esperando no haberlo arruinado, no haber ido muy lejos, suplicando que mis nalguitas le gustaran a Gabriel y que tomara el regalo que le ofrecía, sentía el viento helado de febrero sobre mis nalgas y mi corazón latía a mil por hora, ahí inclinada mientras miraba mis zapatos con las manos apoyadas en una de esas columnas de cantera me sentía muy estúpida, me sentía humillada.
    
    Gabriel miraba para un lado y para el otro, estaba oscuro y yo me sentía como una tonta. Después de un tiempo que me pareció eterno sentí las mandos de Gabriel separando mis nalgas y el alma me regreso al cuerpo, escupió en mi culito, la leche que Gabriel había depositado en mí anito hacia poco rato así como el resto de lubricante hizo que me empalara fácilmente, cuando comenzó a cogerme llore de alegría de una alegría que pocas veces he sentido, le gustaba a Gabriel y ...