El Regalo de Sanvalentín - Relatos Eróticos

El Regalo de Sanvalentín

... entre mis nalgas, me baje la falda y salimos del cajero le dimos las buenas noches a nuestro espectador y nos fuimos riendo y jugando.

Hablamos todo el camino de vuelta a casa de lo rico y emocionante que había sido lo que hicimos, de las caras de los que nos vieron y del borracho en el cajero. Quedamos en repetirlo de nuevo. Llegamos a casa con las primeras horas del alba, Gabriel se quedó a dormir a mi lado, me hizo nuevamente el amor despacito con cariño como había empezado la velada, me quede dormida con su rica verga dentro de mí, no supe a qué hora se fue. No sabía nada de él, ni su teléfono, dirección e-mail o nombre completo, solo que su nombre es Gabriel, que me cogió riquísimo y que también me hizo el amor y que cualquier día aparecería por mi esquina en el toreo mientras yo espero algún cliente que quiera hacerme su perra.