1. Posesión: Un peligroso regalo


    Fecha: 09/11/2017, Categorías: Control mental, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sobre las piernas y llegar al suelo. La mujer tembló ante el detallado reconocimiento, el escrutinio al que estaba siendo sometida la excitaba sobre manera, tanto que el dolor se incrementó hasta el punto que no creyó poder aguantarlo más.
    
    Puedes.
    
    Volvió a resonar en su mente, y ella se obligó a creerlo, aunque sus piernas y todo su ser temblaban inconteniblemente.
    
    Sobre la cama
    
    Se recostó boca arriba, abriéndose de piernas y apoyando los pies sobre la cómoda, mucho más alta que la cama, en aquella postura la sangre se agolpaba peligrosamente en su clítoris y el interior de su vágina, sus gemidos eran cada vez más intensos y prolongados, la cámara seguía observándola y aún negándole el placer de acariciarse hasta lograr el ansiado orgasmo. Aunque nada real se movía en la habitación, ella pudo notar como el mismo aire se enredaba en sus muñecas y tiraba de ellas hacia el cabecero de la cama, para mantener sus brazos estirados e inútiles a sus placeres. Algo rodeaba sus tobillos, sus pantorrillas y sus muslos y separaba aún más las piernas. Indefensa, cegada por la oscuridad reinante en el dormitorio, sabía que debería estar asustada, que aquello no era normal, que debía ser un sueño o una pesadilla, pero no podía dejar de sentirse cada vez más caliente. Rogó a la presencia de su mente que acabara de una vez con aquella situación, necesitaba satisfacerse de inmediato, no podía aguantarlo más.
    
    Algo mordió sus pezones, endurecidos y tiesos, apuntando hacia el ...
    ... techo por la forzada postura de sus brazos, un fino hilo de humo se coló en su ano, lo atravesó sin hacerle daño, recorriéndola por dentro, la oscuridad se cernió más sobre ella evitando que escapara de las sensaciones que estaba teniendo. Llenó su boca ahogando los gemidos y, finalmente, se introdujo con fuerza entre sus piernas, penetrándola, llenándola por dentro, presionando su clítoris al mismo tiempo. Se agitó en su interior, dentro, fuera, dentro, fuera, hasta volverla loca. La excitación siguió aumentando, estaba a punto de estallar, pero aún no había recibido la orden, aún no podía dejarse ir.
    
    Córrete.
    
    Y lo hizo, sintió como los músculos se contraían alrededor de la invisible presencia de su señor, los dedos de los pies se contrajeron, apretó los labios, tensó su cuerpo y, al fin, toda ella latió al ritmo de las envestidas, el flujo se derramó sobre el suelo y su sexo quedó palpitante en cuanto la presencia salió de ella y le permitió relajarse.
    
    Aún tardó un rato más en tranquilizar los latidos de su corazón, se sintió flotar un instante, su cabeza se acomodó sobre la almohada que recuperó su posición en la cama, la sábana se deslizó sobre su cuerpo desnudo y perlado de gotitas de sudor y sus ojos se cerraron dejándose caer, así, en un profundo y reparador sueño.
    
    Cuando despertó a la mañana siguiente, todo le parecía una pesadilla, intensa y demasiado real. Sin embargo, cuando se irguió dejando caer la sábana a un lado, se encontró desnuda, su ropa sobre el ...
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