-
Siempre unidos, para todo
Fecha: 14/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... maravilloso, único. Piernas largas, muslos duros, musculados, gruesos, enmarcando su sexo protegido por una mata muy poblada de vello púbico muy negro, denso, siempre suave y poco rizado. Ni el haber parido, ni el paso de los años, ni algún quilo de más pueden oscurecer el hecho de que sigue siendo una maciza fabulosa, que me excita, que me vuelve loco y sabe darme gusto como jamás me ha dado nadie (tampoco es que haya sido yo unpicha brava, pero algo he practicado por ahí). No hables ni metas ruido Alfonso, que nos van a oír. No deja de ser candoroso el asunto porque en los últimos veinticinco años nuestros amigos nos han oído follar innumerables veces y también nos han visto algunas veces, igual que nosotros a ellos. Sí, cariño, sí, pero chúpamela como tú sabes que me gusta. Pura es una estupenda chupapollas y además le gusta hacerlo porque se excita un montón con la polla en la boca, sintiéndola crecer y ponerse dura dentro. Cómo me ha puesto en apenas un par de minutos de una mamada suave, con mucha saliva. Se la tengo que meter ya mismo. Sube amor, ven, mira que dura la tengo. Se sube sobre mí poniendo una rodilla a cada lado de mis caderas y sujeta la polla para introducírsela bajando suave y lentamente. Siento que está muy mojada, como en los días de máxima excitación. Le hace falta follar. Cómo me gusta, cabronazo, cómo me gusta tenerla dentro, tan grande y larga. Ya no dice más. Empieza a subir y bajar lentamente en toda la extensión de la polla y así ...
... estamos un par de minutos (está mi rabo que parece el mango de una pala), hasta que se dobla por la cintura, me abraza, besa mi boca y empieza a moverse deprisa, muy deprisa, a derecha e izquierda, arriba y abajo, en círculos, así durante un buen rato en el que con mi mano derecha masajeo con suavidad y ritmo sostenido su hinchado clítoris y mantengo la mano izquierda en su cintura o acariciando sus excitantes glúteos (a ella y a mí nos gusta que le dé algún que otro azote fuerte y sonoro durante la follada, pero hoy no me deja, no quiere que se oiga ruido). Se corre intentando no gritar, tapando su boca con la mía, jadeando, casi llorando de gusto, sin decir nada durante los muchos segundos que dura su orgasmo. Pura está tendida a mi lado recuperándose de su sentida corrida, acariciando muy suavemente mi polla (niña, ya me hace falta, dame gusto), de repente oímos unos jadeos fuertes, ansiosos, muy seguidos, provenientes de la tienda situada a la izquierda, presagiando la corrida de Charo (siempre ha sido muy escandalosa para el sexo, al contrario que su marido Berto, que se queda callado todo el rato, como si gozara de manera muy íntima y personal), que termina dando un grito alto, prolongado, que se debe oír en varios metros a la redonda. El grito del orgasmo de Charo ha sido el resorte que activa la mano de mi mujer, que en pocos minutos me hace una paja perfecta, tapando mi boca con la suya para que no se oigan mis fuertes resoplidos cuando tengo mi orgasmo. No ha estado ...