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Don Carlos un hombre genial
Fecha: 21/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: Una_Tal_Melissa, Fuente: CuentoRelatos
Ya sabrán algunos sobre mi aventura con Don Carlos. Bueno, la cosa aún sigue, ha ido a grandes extremos, pienso yo, tanto así, que me subió el sueldo y me regala ropa para mi hijo, obvio con él consentimiento de su esposa. Hace que todo parezca normal cuando llegamos a estar los tres en la papelería, pero a la oportunidad que tiene me agarra las nalgas, me abraza por detrás y me besa el cuello, me roba uno que otro beso. Pasamos así por lo menos tres semanas, en ese tiempo las cosas con mi esposo como hasta ahorita van bien, solo que ahora le pido me lo haga todos los días, le pido que veamos videos porno y que hagamos las posiciones, es muy complaciente, pero no me dura mucho el gusto, él hace todo su esfuerzo por aguantar más, aun así, me encanta que me coja y me encanta vaciarlo todo. De un tiempo para acá el repartidor de Marinela siempre se me queda viendo, un hombre no tan mayor, pero ya parece señor, siempre acudía por las tardes, pero de un tiempo para acá acude por las mañanas, según él, porque notó que le es más cómoda su ruta, hace platica conmigo, se queda un rato después de hacer su entrega y solo lo observo de reojo como se me queda viendo mis pechos y mi trasero. Como ya les dije, siempre me gusta vestir sexy, con mallones y blusas pegadas y súper escotadas dejando ver mi pequeño busto. Total, no sé qué pase con él, por lo que mientras le seguiré dando el avión. Después de 3 semanas de no pasar nada, se presentó un evento desafortunado, la señora Bertha ...
... tuvo que ser hospitalizada por complicaciones de sus enfermedades, me pidieron que solo abriera por las mañanas, 5 días después de estar completamente sola se apareció Don Carlos a la hora de cerrar... -Ahhh!! Hola, ¿todo bien? -dije ante la sorpresa de verlo ahí y al saber que su esposa estaba hospitalizada- ¿quiere que deje abierto? -No, mi niña, ya cierra. Me ayudó a cerrar y me pidió las cuentas de ese día, estaba un poco serio y lo comprendí, así que no hice mucho alarde. Me apresuré y agarré mis cosas, me agarró del brazo, me pegó a su cuerpo y me abrazó fuerte, yo solo respondí, y sentía mucha pena, al final, los dos creo que amamos a nuestras parejas sea como sea. -No te vayas, quédate un rato. -me pidió- -Me gustaría mucho quedarme, pero sabe que tengo que llegar a mi casa por mi hijo. -Será solo un momento, de favor -insistió- Solo me le quedé viendo, se veía cansado y desgastado. Asentí y me dirigí a sentarme, él me tomó del brazo y dijo: -No, ven, entra a mi casa. Su casa estaba atrás de la papelería, nunca había entrado, no me opuse y entré. Era bastante bonita, con muchos cuadros, fotos familiares, sala y comedor bonitos. -¿Quieres algo de beber? ¿Tienes hambre? -me preguntó. -¿Refresco, tiene? -yo tan bruta, me sentí tan apenada al pedir refresco. Me sirvió el refresco y él se sirvió no sé qué cosa de una botella, y empezamos a beber, callados, él mirando hacia otro lado y yo a él. -Me daré un baño rápido, me siento muy ...