1. Don Carlos un hombre genial


    Fecha: 21/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: Una_Tal_Melissa, Fuente: CuentoRelatos

    ... mejores dos cogidas que me han dado, que más podía pedir, como era eso posible.
    
    Me recuperé, no del todo, Don Carlos ya se había posado detrás de mí, me puso de cucharita, me comenzó a besar, a sobarme los pechos, tocarme el vientre, pegarme su aún dura verga en mi cola, me empezó a tocar las nalgas y me las separó, yo solo me recosté y agarré fuerzas.
    
    Lo sentí, por primera vez, su trozo de carne entrando en mi ano, era un más grueso que el dildo, se sentía tieso, caliente y se sentía como palpitaba, no le costó mucho trabajo y lo metió todo, solo sentía como mis nalgas pegaban en la base su pene, como esos huevos chocaban con mis nalgas, era increíble la sensación, entraba y salía, yo sentía muy caliente todo mi ano, no me penetraba tan duro, pero sí a un ritmo constante, me besaba, me tocaba mis pechos, me apretaba mis pezones, yo lo agarraba de su trasero empujándolo hacia mí como aviso de que me destrozara, que me la metiera con todo y huevos.
    
    Gemía y gemía, los dos gemíamos, los dos gozábamos como locos. El cuarto se empezó a inundar de un calor agobiante, mi cuerpo y él sudaban, un olor a sexo unido el cuarto.
    
    Me subió la pierna, y de la nada sentí ahora el dildo en mi vagina, nuevamente esa sensación de tener dos palos, riquísimo, no lo puedo describir. No duró mucho, lo sacó, ya que le costaba un poco mantener el ritmo, me comenzó a masturbar, yo sentía que otra corrida no la soportaría así que, retiré sus dedos de mi clítoris.
    
    -Dame tu lechita papi, ...
    ... lléname el culito de tu lechita -le pedí.
    
    Me continuó dando, pero no le importó, empezó a masturbarme de nuevo, me agarraba fuerte de las sábanas, le rasguñaba la pierna, continuaba gimiendo, orgasmos y orgasmos, todos ellos de diferente intensidad, hacían que me retorciera y que por momentos Don Carlos perdiera el ritmo, pero de nuevo comenzaba a darme.
    
    Me jaló de las greñas, "así puta, así, así gózalo pinche perra" me repetía y me daba más rápido, sentía que me iba a reventar mi pequeño ano, seguía masturbándome y yo a todo lo que da, hasta que lo metió todo y sentí una explosión dentro de mi ano, caliente, sentía como me llenaba.
    
    -Toma tu leche, mi niña, tómala.
    
    Riquísimo como él llenó todo el ano, se sentía la respiración acelerada de su orgasmo, se salió y se tumbó, tratando de recuperarse, yo me quedé de lado, sintiendo como a mi ano le costaba tiempo para contraerse nuevamente.
    
    Me volteé y nos abrazamos, su pene estaba ahí, flácido, pero sabroso, no pude aguantar las ganas y me repuse hacia él, lo empecé a chupar, estaba flácido, pero apenas si me entraba toda, le chupé la verga y los huevos, al principio tenía un olor y un sabor extraño, pero no me importó.
    
    Me encantaba mamarle ese pito. Me recosté nuevamente con él, me empezó a besar, después nos quedamos callados y abrazados.
    
    -Será mejor que nos metamos a dar un baño -me dijo.
    
    Me fui despacio al baño y nos metimos a bañar, el agua caliente me refrescó y relajó bastante, mientras nos bañábamos ...