1. Don Carlos un hombre genial


    Fecha: 21/07/2021, Categorías: Confesiones Autor: Una_Tal_Melissa, Fuente: CuentoRelatos

    ... sucio, salgo y te llevo a tu casa. ¿Está bien?
    
    -Sí, no te preocupes –respondí.
    
    -Muchas gracias por estar aquí -se levantó y me dio un beso en la frente y subió a su cuarto.
    
    Yo no sabía qué hacer, lo veía muy preocupado, no era él y lo entendía. Somos de lo peor al serle infieles a nuestras parejas, pero al final creo es la salud de una persona con la que has compartido momentos de tu vida, y no te puedes comportar indiferente.
    
    Me acomodé en el sillón y me sentí un poco desesperada, una parte de mi quería ya irse y otra subir y abrazarlo fuerte.
    
    No pude más, me levanté y subí las escaleras, se escuchaba el caer del agua de la regadera, la puerta del baño estaba entreabierta y salía mucho vapor, me asomé y ahí estaba, detrás del cancel, se notaba cuerpo y como le colgaba su verga flácida, sin pensarlo me comencé a excitar, me comencé a desnudar, no lo pensé ni dos segundos, recorrí el cancel y volteó a verme, me sonrió y dijo:
    
    -Ahí estás. No te quedes ahí, pasa.
    
    Entré y empecé a notar como su verga de inmediato se puso inmensa y majestuosa, me tomó del cuello, alzó mi mirada hacia él, me comenzó a besar, me empezaba a tocar, apretaba mis nalgas, no dudé ni un segundo y comencé a tocarle la verga, a sobarle los huevos, a tocarle el cuerpo.
    
    -Me gustas mucho Melissa, me vuelves loco. -me dijo al oído.
    
    -Y tú a mí papito.
    
    Me tomó de la cintura y me cargó sin dificultad, me pegó a la pared, solo sentí como quedé sobre su verga y como empezaba a saborear ...
    ... mis pechos mientras yo disfrutaba de placer, noté como uno de sus dedos se empezó a introducir en mi ano, lo metía y los sacaba, me encantaba la sensación.
    
    No aguanté más y agarré su verga, eché mis caderas hacia atrás y me acomodé su cabeza en mi panocha; me sonrió.
    
    -Pídemela, ruega para que te la meta.
    
    -No seas cabrón y dámela papito, quiero tu verga dentro de mí, rómpeme -le pedí con voz de niña y haciendo berrinche.
    
    Empecé a sentir como entraba y de nuevo esa sensación de que se me salía por la boca, lo agarraba fuerte de la espalda, lo arañaba y le tiraba del cabello ante el dolor y lo rico que estaba sintiendo.
    
    Fue una explosión de gemidos, estábamos dentro de su casa, quien podría escucharnos, empecé a gritar y a gemir como nunca, eso lo excitó aún más, me empezó a dar más rápido y duro, solo sentía como sus huevotes chocaban en mis nalgas.
    
    Al mismo tiempo que me estaba partiendo, me introducía no uno, dos dedos, por el ano, de nuevo era increíble cómo me estaba cogiendo.
    
    -Cógeme, cógeme papito, coge a tu gran puta, dame, dame duro cabrón. -le pedía a gritos.
    
    Me quedaba sorda de mis gemidos y gritos, de repente me escuchaba ronca, pero no me importaba, era el sonido de mi placer.
    
    Me metía los dedos por el ano, me chupaba los pezones, me penetraba, era totalmente sabroso.
    
    Sentí como sacó su verga y me bajó.
    
    -Ven, sécate y sígueme. -me pidió.
    
    Me sequé rápido, como pude, ya que estaba muy agitada, solo sentía como se movía mi cuerpo al ...
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