¡El semental de confianza!
Fecha: 02/08/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... ahí. Hablaban bajito. Ana vigilaba constantemente que Jorgito no escuchara o entendiera su plática, desde el asiento posterior.
Gastaron mucho dinero en las tiendas.
Cuando regresaron a casa, ya estaban sus dos hermanas, por primera vez juntas las tres, después de saberse amantes del albañil del pene gigante, así como su próximo trofeo, Patty. Se saludaron con gran entusiasmo y cariño. Aunque Ana se había separado hacía algunos años, era como si nunca se hubiera ido.
Tres de ellas tenían un factor común. Era increíble verlas y oírlas hablar del tema sin celo, inhibición o competencia alguna. Eran capítulos aparte. Era una cómoda plática ya conociendo su relación.
Ana consideró regresar a su casa porque estaba sola, a aburrirse viendo la televisión, y a tratar de soportar dos eternos días, por lo menos, sin Ramón o el Choro. A dormir desnuda con sueños impuros y a tocarse. Las palabras de su madre sobre el probable embarazo la tranquilizaron.
Pero decidió quedarse un rato más.
Cuando dieron las 10 de la noche, Ana decidió irse. Patty se ofreció de voluntaria para pasar con ella la noche y, de ser posible, conocer más detalles sobre su futuro amante.
Cuando encendieron las luces, Ana le dio un tour a su hermana menor, explicándole como eran los cambios y, a veces, donde habían hecho el amor el albañil y ella.
Durmieron juntas es la recámara principal, como cuando eran pequeñas, y los niños en la suya.
El viernes por la mañana, al despertar, Ana notó ...
... con alegría que había menstruado. Fue al teléfono y le marcó a su madre. Patty aún dormía.
“¡Mami, me bajó!”, dijo con suma emoción al contestar su madre.
“No sabes el gusto que me da, hijita. ¡Me has quitado un enorme peso de encima!”.
“Parece que no vas a tener un nieto…”, volteó a confirmar que estaba sola, “vergon”, dijo murmurando. ¡Imagínate que me hubiera salido como su padre: prieto, flaco, ojón y vergon!”
Patricia y ella se rieron más del alivio que del comentario de Ana.
“De todas formas hija, quisiera que te hicieras una prueba de embarazo”, le pidió su madre.
“Es viernes mami, ¡bonito viernes!”, dijo excitada la bella y joven Ana.
“¿Qué tal si a la noche nos juntamos las 4 a platicar a la noche?”, propuso Patricia.
“Digo, juego que termine César de cogerse a tu hermana”.
Ambas se carcajearon.
Cuando despertó Patty, Ana la esperaba en la cocina con un suculento y saludable desayuno.
Aunque Ana y su madre acordaron que el bebé de Ramón sería un secreto, habiendo pasado el susto, Ana consideró muy conveniente advertir a sus hermanas, empezando por Patty. No había mejor momento.
“Te ves radiante y contenta”, dijo Patty.
“Estoy muy contenta”, contestó Ana.
“¿A qué se debe?”, pregunto Patty.
Ana respiró profundo… “se debe a que me bajó”.
Patty soltó la cuchara, y se quedó mirándola.
“Que no te coja sin condón o que te la meta nomás por atrás, hermana”, dijo Ana con seriedad.
“Es enorme, te llega muy adentro y te puede ...