1. ¡El semental de confianza!


    Fecha: 02/08/2021, Categorías: Hetero Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos

    ... embarazar con facilidad. Sé que tú y Cesar usan condón, ¿verdad?”.
    
    “Si”, contestó Patty, “siempre”.
    
    “Bien. Yo cometí la tontería de dejarlo venirse en mi vagina algunas veces”, confesó Ana. “Ya cuando estás prendida, te vale madre todo”, agregó.
    
    “Ajá, lo sé muy bien”, dijo Patty.
    
    “Le encargue a mi mamá condones extra-grandes ahora que va a Phoenix, para estar preparadas”, comentó Ana.
    
    Los viernes entraba Patty a las 11 al Tec de Monterrey. Ana y ella caminaban por su hermoso jardín al tiempo que la aconsejaba si se daba el encuentro.
    
    “Se va a dar”, aseguró Patty. “Quiero que se dé. Ya lo han platicado demasiado, tanto que ya no es curiosidad… es necesidad”. Se abrazaron y se rieron.
    
    Era padrísimo tener este nivel de diálogo con sus hermanas y su madre, pensó.
    
    Serían las 11:30 de la noche cuando Patty llegó a la reunión con su madre y hermanas. César se despidió de ellas y la dejó en buenas manos, según él.
    
    Cuando el novio salió, Ana fue la primera en decir: “ojos que no ven, corazón que no siente”.
    
    Las cuatro se rieron alegremente. Ana tomó más vino que sus hermanas o su madre que seguían con algo de resaca de la noche previa.
    
    Ana fue la que más habló sobre el desbocado estilo del albañil, pero jamás habló del Choro. Todas se deleitaron con sus relatos.
    
    Claudia y su madre volvieron a contar sus historias, pero ahora aderezadas por la más intensa de las tres: Ana. Romper tabúes había sido ...
    ... maravilloso.
    
    ******************************
    
    Aquél sábado, Ana se levantó con la preocupación sobre el estado de Ramón. El Choro, su único contacto, ya en su nuevo empleo, no podía darle razón. Quizá Lupita llamó, pero nadie le contestó.
    
    Ana le entregaba su salario semanal los sábados, por lo que le dijo a su madre que iría por el dinero para llevárselo a Ramón, que seguramente le urgía.
    
    Para evitarle el viaje hasta su casa, Patricia le prestó el dinero a su hija para que se lo llevara.
    
    El flamante automóvil se estacionó fuera de la humilde casa de la familia Ruíz, en un barrio muy al norte de la ciudad.
    
    Lupita salió a recibir a Ana. Ramón se incorporó un poco para ver y grata fue su sorpresa al ver a su amante conversando con su esposa en el patio de entrada. Ramón abrió un poco la ventana para escuchar su conversación.
    
    “Muchas gracias comadre, no sabes lo que nos urgía”, le dijo Lupita. “Tengo que salir ahorita mismo por el mandado, pero no quiero dejarlo solo con Carito”, la niña menor del matrimonio que tendría menos de dos años, habiendo nacido un poco antes que su hija.
    
    “Ve comadre”, le dijo Ana. “Yo me hago cargo. Traigo un libro que leer”.
    
    “Vuelvo de volada”, dijo Lupita.
    
    “Tómate el tiempo que necesites. En realidad, no tengo nada que hacer”, contestó Ana.
    
    Lupita subió a la vieja camioneta de Ramón y se fue al mercado.
    
    Ana entró, sintiendo su vagina humedecerse. Por fortuna, llevaba ropa deportiva suelta. Pasó por la recámara de la niña y vió que estaba profundamente dormida.
    
    Entró ...
«12...212223...26»