1. El chabolista del puerto


    Fecha: 12/08/2021, Categorías: Lesbianas Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... así a horcajadas sobre él.
    
    La verdad es que me levantó como si fuera un muñeco de papel. Una vez me tenía en sus brazos, fue colocando la cabeza de aquel tremendo pollón en la entrada a mi ano, y abriendo mi culo con sus manos, me iba bajando sobre aquella polla.
    
    ¡Dios! Tenía el glande en la entrada a mi ano, y aquello no daba entrado ni un poquito.
    
    Relájate y respira lo más profundo que puedas, me dijo.
    
    Así lo hice, y cuando estaba expulsando el aire de mis pulmones, con sus manos abrió más mi culito, dejando que me cayera un poco, movió su pelvis, y me metió casi la cabeza del glande.
    
    ¡Ay, grité al notar como aquello abría mi culo! Había notado un tremendo pinchazo en mi esfínter, y un tremendo dolor me había recorrido la espina dorsal.
    
    Noté que aquella polla me había desgarrado el ano.
    
    Ya, ya, tranquilo que ya ha pasado, me decía. Ahora sigue relajándote, y sigue respirando profundamente. Estuve unos 10 segundos tratando de relajarme, cuando repitió el movimiento de pelvis, y el glande entró por completo en mi culito.
    
    ¡Ay!, Volví a gritar. Estaba seguro de que aquella polla me había roto el culo.
    
    El dolor ahora había sido menor, pero la sensación de sentir que me iban rompiendo el culo, me aterraba. Para para, le pedía.
    
    Tranquilo, lo peor ya ha pasado, ahora vamos a dejar que tu culito se vaya dilatando, y se acostumbre a mi polla.
    
    Poco a poco me fue moviendo sobre su polla, y de vez en cuando movía su pelvis para irme incrustando un poco ...
    ... más aquella polla en mi culo.
    
    ¡Así, así, ves cómo te va entrando! Ya falta poco para que te entre toda.
    
    ¡Uffff! Aquello llenaba todo mi culo. Tenía la sensación de que aquello me habría en canal. Aquello sí que era estar empalado.
    
    Con otro movimiento de pelvis, terminó por clavarme aquella tremenda polla que me partía en dos.
    
    Ya, ya, ya está, la tienes toda dentro.
    
    Ahora, despacito empezó a subirme y bajar por su polla. Al principio eran movimientos suaves y lentos, para poco a poco, irlos incrementando.
    
    ¡Uffff! Aquello me hacía sudar y me daba la sensación de que me iba romper por la mitad. Pero los minutos iban pasando, y las sensaciones cada vez eran de mayor placer.
    
    Llevaríamos unos 10 minutos, y ya me subía y bajaba por su polla a toda la velocidad que podía.
    
    Me había pegado la espalda a la pared de azulejos, y teniéndome en sus brazos, iba introduciendo su polla en mí, cada vez a mayor velocidad.
    
    Él no paraba de hablar y soltar bufidos de placer, y yo cada vez gritaba más, si la follada que me habían dado antes me había hecho delirar de placer, esta vez me tenía al punto del desmayo.
    
    No paraba de soltar semen por mi polla. Hasta notaba que el culo quería correrse del placer que estaba sintiendo, ¡ohhhh, dios, ohhhh, dios mío!
    
    Ya no podía más, llevaríamos unos 20 minutos, y aquello no terminaba nunca. La sensación de placer inmenso era ya casi insoportable. Cuando empecé a notar que me venía una tremenda eyaculación.
    
    Empecé a soltar ...
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