Matilda, guerrero del espacio (capitulo 25)
Fecha: 14/08/2021,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... la ventana del despacho. La Princesa, se levantó y se aproximó a ella, abrazándola por detrás.
—Ya sabes que nunca me ha gustado la política, —dijo Matilda.
—¡Joder ni a mí! Pero no me queda más cojones.
—¿Sabes que? —dijo finalmente Matilda—. Antes de venir aquí, he tenido una bronca de cojones con Ushlas y con mi hermano. Neerlhix me ha acusado de vivir en los “Mundos de Yupi”
—¿Y tu que les has dicho? —preguntó la Princesa soltando una carcajada.
—Los he mandado a la mierda, —contestó ruborizándose ligeramente—. Parece que tienen razón.
—No le des más vueltas, el Consejo ya ha tomado una decisión.
—Bueno, sigo pensando que un ataque rápido no es conveniente, pero prestaré atención a los trabajos en la flota para que terminen lo antes posible y no se duerman en los laureles, —y girándose, añadió—. ¿Creía que estarías cabreada conmigo después de lo del consejo?
—No seas boba, no tengo tiempo para esas cosas, y menos contigo, estoy muy liada.
—¡Joder! Pues yo venía con las pinturas de guerra.
—¿Pinturas de guerra? —preguntó la Princesa extrañada—. ¿Qué es eso?
—Que venia dispuesta para la batalla.
—Ya lo he notado, pero ya sabes que dos no pelean si uno no quiere. Y yo no quiero, —la dijo volviéndola a abrazar.
—Ese refrán es de la Tierra.
—Si quieres pelea, cómprate un tigre. Este también, —dijo riendo—. Por cierto, no sé lo que es un tigre.
—Como un gato terrestre pero mucho más grande, con rayas, de unos doscientos ...
... kilos. Te gustarían si existieran. Hace varios siglos que se los cargaron.
Regresó a su aposento paseando despacio, pensativa. Ahora, la dolía haber mandado a la mierda a las dos personas que más quería en este mundo. A su heroica visión de la guerra, de grandes batallas y grandes victorias, se había impuesto la cruda realidad. A las bajas, en el colosal campo de batalla de la galaxia, había que añadir el sufrimiento, la escasez, y posiblemente el hambre en las zonas de retaguardia. La habitación estaba vacía, Ushlas y su hermano se habían ido. Los llamo por el comunicador, pero no contestaron. Se quedó sola en la habitación, comiéndose el coco, y termino llorando tumbada en la cama, hasta que finalmente se durmió.
Se despertó, todavía no había amanecido y Ushlas no estaba con ella en la cama. Seguía sin contestar al comunicador y llamó a la recepción, donde la dijeron que no había regresado al hotel. Entonces llamó a A2 que confirmó que Ushlas estaba durmiendo en su camarote del Tharsis, atracado en el puerto orbital. Hizo las maletas de las dos, y se dirigió a la lanzadera. Cuando llegó a la Tharsis, dejó las maletas en su camarote y se dirigió al puente.
—¿Estatus de la nave? —preguntó cuándo accedió a él. Moxi era el único oficial mayor que había en el puente. La estación científica la ocupaba A2.
—Todos los sistemas preparados, tripulación al 82 %. Cuatro oficiales mayores están en Numbar, —contestó A2.
—Está bien. Potencia a los reactores. Suelten ...