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Lukas
Fecha: 16/08/2021, Categorías: Confesiones Autor: Minah Stahl, Fuente: CuentoRelatos
... hacía era intentar protegerse. Pronto quedé agotada, sin demasiado éxito. Entonces comenzó a besarme despacio, con cuidado, me calmaba y me susurraba cosas bonitas al oído: “lasai politta/tranquila, preciosa, bonita,...”. Se movía despacio, pero cada vez más firme. Estábamos cara a cara, se había puesto con cuidado encima de mí. Le temblaban el torso y los brazos de la excitación, yo ya jadeaba y gemía con la boca semiabierta mientras él me miraba extasiado. Sentí una de sus manos acariciarme con cuidado la mejilla. Tenía la mirada perdida, medio por el placer, medio por la incredulidad de lo que me estaba pasando. Sentía como aquel cabrón me follaba a pelo, como entraba dentro de mi cuerpo. Comencé a sentir como la tensión se acumulaba en mi útero, como un globo que se va hinchando poco a poco antes de reventar. Lukas empezó a hablarme en su idioma (azkenean hemen zaitut, azkenean nerea zara/por fin te tengo, por fin eres mía), susurrándome cerca de la orejita, no le entendía, sólo sentía la humedad de su aliento. Estaba muy cachondo, tenía la polla durísima, lo que me indicaba que estaba fuera de si, el desencadenante que hizo que me corriera, quise gemir, pero al llegar el gemido a mi garganta me ...
... quedé sin voz y murió ahí, sólo salió aire ruidosamente. Lukas sí que gimió y gritó, buscó mi boca para llenarme de lascivos besos mientras se corría, me sentía llena de él, exhausta, cuando terminó, dejó de besarme y puso su mejilla contra la mía, cerré los ojos, humedecí mis labios y tragué, tenía la boca seca. Él había dejado parte de su peso sobre mí. Se quedó dentro de mí un rato, recuperando la respiración, veía su pecho moverse a 1000 rev/min. Se levantó, me quedé como una muñeca casi manteniendo la postura con la que me había dejado, se subió los tejanos, intenté a acurrucarme, en posición fetal, juntando las rodillas, mientras era consciente de lo que había hecho. Es que encima me había corrido yo también, no podía negarlo. •Lukas… ¿qué voy a hacer? – pensaba en voz alta, olía su semen a pesar de estar dentro de mi cuerpo, también olía mis fluídos. •No tienes que pensar en nada, sólo descansar – a la vez que se ponía el jersey. •No, no te vayas ahora, no me dejes sola, por favor. •No..., tranquila – se quedó parado un instante, en su plan estaba marcharse - me quedaré contigo hasta que te duermas – me arropó y se tumbó en la cama conmigo y acurrucada a su lado, me quedé dormida.