1. La visita de mi tía


    Fecha: 10/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Consejero, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... dormir sólo pensando en lo que acababa de ocurrir.  Escuché que entraban a sus habitaciones y dejé de oír ruido. Un rato más tarde sentí necesidad de orinar así que fui al cuarto de mi mamá, pero al parecer lo había cerrado con seguro, no quedaba má que acudir a la de mi tía.  No tenía seguro, abrí la puerta con cuidado para no despertarla, me metí al baño y al salir, con la luz del baño la miré tendida boca abajo sin cubrirse, sólo una pijama como las que recordaba, me quedé ahí viéndola sin hacer ruido, pero tenía que irme, así que me dirigí a la puerta, en ese momento despertó.
    
    - Hola, ¿qué haces?
    - Vine al baño, es que mi mamá puso seguro en su habitación.
    - Ah, ven, dame tu mano.
    
    Me acerqué y me quedé de pie.
    
    - ¿Sabes que los quiero mucho?
    - Si tia, nosotros también te queremos y nos da mucho gusto que estés con nosotros.
    - Ven siéntate aquí, señalando un lugar en la cama
    
    Me senté sin soltar su mano, se acomodó de lado y puso mi mano en su cadera con la suya encima.
    
    - Estoy un poco ebria.
    - No te preocupes tia ¿estás contenta?
    - Mucho, ven acuéstate conmigo como cuando eras más pequeño.
    - No tia, ¿Cómo crees?
    - ¿Porqué no? Eres mi sobrino
    - Si, pero ya no soy un niño
    - Ya lo se, me di cuenta hace rato
    - Auch, perdón, pero es que no pude controlarme
    - Ja ja ja ja, me imagino ¿sabes? Me gustó, bueno, mejo dicho me excito.
    - A mi también, pero no está bien.
    - ¿Y qué es lo que está bien?
    - Bueno, no se, pero no está bien que yo y que tú, en ...
    ... fin, me entiendes.
    - No, no te entiendo, ¿te gusto?
    - Mucho tia
    - ¿Entonces? ¿qué no está bien?
    - Pues, …. Que eso haya pasado
    - Pero si no pasó nada, eso no quiere decir que no pueda pasar ¿verdad?
    - Eso es lo que no estaría bien.
    
    En ese momento se acomodó boca arriba, abrió ligeramente las piernas y sin soltar mi mano la llevó hasta su concha, enseñándome a frotarla, la erección no se hizo esperar, metió mi mano por debajo del short y sentí su pucha húmeda encima de las bragas, ya no hacía falta que me dirigiera, mi mano empezó a hacer sola, recorrí su coño con un dedo encima de las bragas, sintiendo el temblor de su cuerpo, metí mi mano debajo de las bragas para poder disfrutar su coño sin ese estorbo.
    
    Metí un dedo, luego otro y otro más, empecé a mover frenéticamente, sentí su humedad, su calor sus jugos. Puso una mano en mi verga, encima del pijama, que como era flojo le permitió tomarla toda, apretarla, subir, bajar su mano.
    
    Levantó las piernas para que le quitara el short y la tanga de un solo movimiento, me bajó el pijama dejando mi verga al descubierto, la tomé de la cintura y le ayudé a incorporarse, la senté encima de mi, se acomodó la verga en el coño y empezó a meterla, puse las manos en sus nalgas para ayudarla a entrar, apretó la boca para no hacer ruido y así continuamos hasta que los dos nos venimos. Cuando se recuperó me miró a los ojos, me dio un beso profundo, jugando con las lenguas, mi verga volvió a reaccionar dentro de ella, la tomé de las ...