1. La visita de mi tía


    Fecha: 10/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Consejero, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... nalgas empujándola hacía mi.
    
    Permanecimos un rato de esa manera, siendo mi verga aprisionada por su pucha, echó la cabeza hacía atrás ofreciéndome sus pechos, con una mano los descubrí y besé alternadamente sus pezones, estábamos muy excitados, en esa posición mi verga entraba completa en ella, sentía como la apretaba y la soltaba con el coño, haciendo movimientos circulares con la cadera.
    
    La tomé de las nalgas y mis dedos buscaron su culo, froté la entrada sintiendo como se abría y se cerraba, metí un dedo poco a poco, escuchando los gemidos apagados de ella que tenía la cara en mi hombro.
    
    - Estás muy rica tía.
    - Ja ja ja, tú lo haces muy rico
    - Me dejas hacerlo de otra manera
    - ¿Cómo?
    - Por atrás
    - Eres un pillo, ¿no te gusta así?
    - Si, si me gusta, pero me gustaría probar otra parte de ti.
    - Ja ja ja, ¿y si me duele?
    - Lo suspendemos
    - ¿Lo juras?
    - Lo juro
    - Bueno, pero déjame acabar.
    
    Y para acabar inició a moverse más rápido, a meterse y salirse, me concentré en no venirme para poder gozar su culo y lo logré, ella se vino y para no hacer ruido se puso una mano en la boca, escuché sus gemidos ahogados y sentí escurrir sus jugos en mis piernas.  Se recargó en mi hombro aún con la verga dentro que seguía moviéndose, se recuperó, se puso de pie y se acomodó hincada en la orilla de la cama ofreciéndome ese culo que siempre me había excitado.
    
    Verla con la piernas abiertas, la curva de su cintura, las nalgas levantadas y ese ojete que se abría y se ...
    ... cerraba me excitaron aún más de lo que estaba, así que metí la verga en el coño para lubricarla, y presione el culo con el pulgar para dilatarlo, sus gemidos eran ahogados, cuando estuvo lista, tomé la verga con una mano, la dirigí a la entrada del culo y la ayudé a entrar, poco a poco, apretaba el culo al sentir que entraba la verga, abrió más las piernas y después de varios intentos logre meterla, se estremeció, la dejé dentro y la saqué un poco, volví a meterla, nuevamente el estremecimiento, era un culo estrecho, poco a poco fue más fácil meterla, entraba y salía toda con menos dificultad, me concentré para no venirme rápido, empezó a mover el culo hacía mi, metiéndose la verga más y más.
    
    No pude más y me vine dentro de ella con mucha fuerza, como la tenía agarrada de la cintura no la derribe sobre la cama, cerré los ojos, permanecí dentro de ella hasta la última gota, dando algunos embates más.
    
    Finalmente me salí, se tendió en la cama boca abajo, jadeando, recogió las piernas.
    
    - Estuvo brutal
    - ¿Dolió?
    - Un poco, pero estuvo rico ¿sabes que nunca lo había hecho así?
    - ¿En serio?
    - De verdad, no se que me pasó, pero si, me gustó.
    - Oye ¿no quieres que …?
    - No, ahora no, me dejaste exhausta, vamos a dormir,
    - ¿Me puedo quedar aquí?
    - Claro que no, ¿qué diría tu mamá?
    - Pues nada, que nos queremos mucho.
    - Ja ja ja, pues si, pero ya creciste mucho, y esa cosa también.
    - Está bien, ya me voy, buena noche.
    
    Durante el mes que duró la visita la experiencia se ...