1. Mis Gemelas


    Fecha: 13/09/2019, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Director, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... trasero, donde ellas me hicieron un espacio al medio de las dos, inmediatamente se abalanzaron algo tímidas hacia mi pene, desabrochando mi pantalón y sacándolo con sus pequeñas manos. Lo tenía demasiado erecto y vi la cara de placer en ambas al verlo. – Es muy grande dijo Catalina, mientras lo acariciaba, - Si, mucho más grande que la de los chicos del colegio, le contestó contenta su hermana. Comenzaron a chuparlo de una forma inexperta, lo cual me excitaba demasiado, - tendré que enseñarle a estas niñitas - me dije, lleno de morbo.  
    
    Le pedí a Catita que abriera más la boca y que lo chupara a fondo, mientras que a Constanza le pedí que lamiera la base de mi verga, ambas obedecieron muy bien y comenzamos a disfrutar. Estaban recostadas de forma que podía tocarles el trasero a voluntad, y empecé a acariciarlas disimuladamente, acercándome a sus vaginas desnudas poco a poco, las cuales al frotar, sentí como empezaban a humedecerse rápidamente y a responder de forma involuntaria con movimientos de excitación. Mi pene nunca había estado tan duro, sin parar de masturbarlas, les pedí que cambiaran de lugar, así que Connie empezó a chuparla con muchas ganas, mientras Catita sonriente, me lamía la base del pene.
    Recordé el momento de la pequeña Cata en el baño con el dedo enterrado en su culito, y no aguante, tenía que probar, deje de masturbarla y lleve mi mano izquierda hacia el trasero, las chupadas eran cada vez mejores. Empecé a acercar mi dedo al orificio de su culo y la ...
    ... penetre. Ella se dio cuenta, parando un breve momento de lamer, pero no se detuvo ni me alejó, al contrario empezó a lanzar verdaderos gemidos de placer – Que rico tío, sigue metiéndolo así, me dijo. Yo empecé a mover mi dedo dentro de su culo, como si fuera mi pene el que la penetrara, y ella muy sonrojada empezó a gemir más y más. Su hermana tampoco lo hacía mal, con mi mano derecha seguía masturbándola, y ella ya se frotaba de forma descontrolada, hasta que cerrando sus ojos tuvo un orgasmo soltando una pequeña humedad sobre mi mano.
    
    Lleve esa mano entonces a la vaginita de Catita, quien sintió el placer doble, Connie no se aguantó y me besó la boca, era nuestro primer beso. La Cata no pudo soportar tanta excitación, entre mis dedos en su vagina y el que tenía en el culo, teniendo un orgasmo que soltó en un gemido largo y pronunciado pero sin sacar su boca de mi pene. Eso me prendió de lleno y solté mi leche adentro de su boca sin piedad, ella fiel a su labor, no dejo escapar ninguna gota. Finalmente se enderezó con la boca llena de semen, mientras su hermana la miraba riendo, y simulando estar enojada le dijo, -Golosa, no dejaste nada de leche para mí. 
    Después de unos cinco minutos de besos y caricias, las niñas se pusieron sus calzoncitos y se arreglaron el uniforme. Yo me cambie al lugar del conductor y partí a dejarlas a su casa. Ya eran las siete y Lorena nos recibió. – Gracias por traer a las niñas. me dijo, - con este trabajo será complicado ir a buscarlas. – ...