1. Infidelidad


    Fecha: 26/10/2019, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Flor Salvaje, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... porque Mark se había operado para no tener mas hijos. Durante todo mi embarazo follamos. No me dejaba ni un momento. Mi marido en ese entonces tenía que viajar mucho por su trabajo. Mark me visitaba en mi casa de vez en cuando. Una vez me agarró en la mesa de mi propio comedor. Siempre me hacía venir delicioso. Yo visitaba también su casa de vez en cuando y hasta su familia vino a pasar navidad con nosotros cuando mi hija nació. Su mujer y mi marido no sospechaban. La compañía con la que trabajamos hizo una conferencia en la playa. Viajamos en grupo en un convertible. El día estaba precioso. Se sentó a mi lado en la parte de atrás. Nadie se daba cuenta cuando con disimulo me metía la mano por el escote y me acariciaba la teta. Me apretaba el pezón y yo me estremecía. Al rato de llegar a la playa ya yo en bikini. Nos alejamos del grupo y nos metimos entre unas palmas. Allí me agarró rico. Me daba con muchas ganas. Me sentó en su pinga corriendo a un lado el calzón del bikini. Me agarraba las tetas mientras me clavaba. Los dos jadeábamos. Había calor y desde entre las palmeras veíamos el mar. Fue riquísimo. Especialmente cuando escuchábamos no muy lejos de ahí el ruido de la música y de la gente de la compañía hablando. Fueron muchos los lugares donde lo hicimos. Lugares reclusos y lugares muy públicos. Una vez veníamos de una conferencia en un bus lleno de mis alumnos. En la compañía yo vendía y también daba clases a gente retirada. Ese era la edad de nuestros clientes. Todos ...
    ... ellos me adoraban. También querían mucho a Mark. Estábamos en la parte de más atrás del bus. Era un bus muy cómodo con aire acondicionado y baño. Mirábamos a la gente adelante cuando Mark decidió escurrirse un poco en el asiento y sacarse la pinga. Yo sentí que un calor invadía cada sección de mi cuerpo como una ola. Me sentí como una perra en celó. Me moje instantáneamente. El me dijo que me la metiera. Yo me moví el calzón para un lado del coño húmedo siempre con un ojo en la gente. Nadie miraba para atrás. Yo llevaba una falda. Mark metió sus manos debajo de mi blusa y me agarró las dos tetas. Yo sentí su pinga palpitante entrar en mi coño caliente y apretado. Se sentía más rico por la situación en la que estábamos. Nadie se percató de lo que hacíamos. Nos vinimos a la misma vez. No se cuantas veces nos vinimos a la misma vez; casi siempre. La química entre los dos era salvaje. Yo a veces lloraba porque me sentía mal de hacerle eso a mi marido. Pero la lujuria me dominaba completamente. En otra ocación. Hicimos un asado para nuestros clientes en un parque. Había una casita que era una cocina donde se podía preparar la carne para el asado y con refrigerador para las bebidas. El mesón era amplio. Llegamos el y yo antes que los demás. Al entrar allí para acomodar las cosas Mark no aguanto las ganas de agarrarme el culo de nuevo. Mi cuerpo inmediatamente respondía a sus besos y a su toque. Era instantáneo. El en el camino me venia diciendo que otro gerente de otra tienda que ...
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