LA SECTA - Relatos Eróticos

LA SECTA

Esa noche estuve a punto de morir arrojándome al río desde el puente, felizmente aquellos dos hombres desconocidos se abalanzaron sobre mí impidiendo mi suicidio.
Todo comenzó cuando quedé sin trabajo y comenzaron a acumularse las deudas, al poco tiempo después moría mi madre de cáncer.  Caí sumido en una gran depresión. De ser un exitoso empresario pasé en cosa de meses a no tener casi para comer. Tuve que modificar todas mis comodidades, adiós gimnasio, vacaciones en Europa, automóvil último modelo...Al menos no tenía hijos y estaba divorciado hacía mucho tiempo.
Todo eso dio como resultado la única vía posible, el suicidio. Esa noche estaba todo claro, de madrugada me dirigí al puente que conectaba dos partes de la ciudad, por debajo el caudaloso y enorme río.
Estaba a punto de saltar a las aguas, cuando sentí que me agarraban fuerte de las piernas y me tiraban hacia el suelo, me puse a llorar y a pedir que me dejaran llevar a cabo mi tarea. Los hombres no me soltaron, así agarrado por cuatro brazos fuertes me condujeron a un automóvil.
En algún momento me quedé profundamente dormido, porque cuando desperté ya era de día, la diáfana luz entraba por la ventana y se oía el canto de pájaros. Me levanté de la cama asustado, toda la habitación en que me encontraba era blanca, incluso las ropas de cama, pensé por un momento que sí había muerto y lo que veía ante mí era el otro mundo, lleno de paz  y de luz.
Pasé un largo rato ahí cavilando sobre lo sucedido y en qué lugar ...

... podría encontrarme, busqué el celular en mi pantalón, pero estaba sin batería. De pronto se abre la puerta y entra un hombre de una edad parecida a la mía, me pareció, vestía también de blanco.
.- Cómo estás, has descansado bien?
Yo duditativo.- Sí, bien, dónde estoy, quiero irme de acá
El hombre se sentó en la cómoda silla blanca cerca de la puerta.
.- No te puedes ir, al menos todavía, no queremos que vuelvas a atentar contra tu vida.-
No supe que decir, el hombre se puso de pie, abrió un ropero y extrajo de allí una vestimenta que dejó a los pies de la cama.
.- Ponte esto, después que te duches y baja a tomar desayuno, ya te iré contando lo demás.
Después del desayuno en silencio, el hombre me llevó fuera de la casa, más allá era todo cerros y naturaleza, un camino de tierra conectaba la casa con la carretera seguramente. Me llevó por un sendero internándonos entre el bosque, después de caminar un rato llegamos a un claro extenso donde unos hombres trabajaban la tierra, no se veían mujeres sólo hombres ataviados con ropa blanca, saludó con la mano desde lejos y seguimos por el sendero. Llegamos hasta un río de aguas transparentes a los costados ramas y flores, un hermoso lugar. Allí el hombre me hizo un ademán para que me sentara junto a él en el pasto, en silencio escuchamos el rumor de las aguas, luego él comenzó a hablarme.
.- Estás bajo protección nuestra ahora, somos una antigua hermandad que se dedica a ayudar a hombres como tú que lo han perdido todo y que ...