1. LA SECTA


    Fecha: 01/11/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Antonio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... deciden acabar con sus vidas.-
    Yo todavía confundido  dije.- usted lo ha dicho, no tengo nada así es que le agradezco la hospitalidad, pero no piense que puedo pagar algo por la estadía, lo mejor será que me dejen donde me encontraron.-
    El hombre río.- No has entendido, no te cobraremos nada, pero tampoco puedes irte.-
    Me asusté, hace unos días u horas tal vez lo único que pensaba era en morir, pero ahora lo único que quería era irme de aquel lugar ante la posibilidad de que me hicieran daño. No dije nada. 
    Después de un rato de estar allí seguimos por el sendero y llegamos a un nuevo claro en el bosque, esta vez era una extensión de tierra tapizada de hierba fina muy verde, en el centro había una gran cruz y en ella la estatua de un hombre que se masturbaba, de su pene caía un chorro de líquido blanco como la leche que llegaba hasta una fontana. El hombre se acercó e inclinándose bebió de la fontana, aquello me pareció cosa de locos, quería irme lo más pronto de aquel lugar. El hombre me tomó de la mano y me acercó a la fontana, me resistí, le hice notar con un ademán de molestia que no haría aquello que lo había visto hacer a él. El me sujetó con una fuerza inusitada me arrastró hacia la fuente hundiendo mi cabeza en ella, no pude sino tragar aquel líquido que era una mezcla de dulce y amargo, espeso, era como el semen!! Sentí asco, ganas de vomitar y salir huyendo. Intenté dar un puñetazo al hombre para salir corriendo en cualquier dirección, pero la fuerza del hombre ...
    ... era extraordinaria,  arrastrándome casi, volvimos a la casa.
    Sin duda me habían encerrado en la habitación, examiné las ventanas, imposibles de abrir, traté con la puerta, lo mismo. No sé cuánto tiempo pasé allí hasta que la puerta se abrió nuevamente y entró el hombre, ahora estaba acompañado por dos más. Eran hombres jóvenes con el torso desnudo, musculosos, su fuertes brazos casi me empujaron escaleras abajo hasta el comedor. Ahora habían muchos más hombres en torno a la mesa, seguramente los que había visto en el campo. Hombres viejos y jóvenes, de todos los tipos. Comenzaron a entonar un himno en un idioma o dialecto  desconocido para mí, luego nos sentamos a la mesa a comer en silencio. En un momento determinado el que al parecer comandaba todo, se puso de pie diciendo.
    .- Hermanos esta noche es de fiesta, tenemos un rito de iniciación, el GRAN FALO, recibirá con gozo nuestra humilde ofrenda.- Todos aplaudieron y rieron, me miraron.
    Era de noche cerrada cuando me desnudaron completamente y me pusieron en una silla dorada conducida por cuatro hombres de blanco, iniciamos el trayecto por el sendero hasta el lugar donde se encontraba la estatua,  me imaginaba lo peor, sobre todo cuando vi que el hombre que comandaba todo  tomó una daga también dorada y la puso sobre un almohadón blanco y  caminaba con el  en las manos delante de la columna.
    Llegamos al lugar antes mencionado, dejaron la silla en el suelo frente a la estatua, todos los hombres se denudaron incluido el ...