LA SECTA - Relatos Eróticos

LA SECTA

... hacia la luz de la luna y luego mirándome dijo
.- Este es tu hijo, el hijo de todos, has sido bendecido por el GRAN FALO.- luego me dio al bebé, lo tomé en mis brazos mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.
Pasaron los días, mi hijo fue creciendo para, en unas semanas alcanzar un cuerpo hermoso de hombre adulto. Por las noches todos nos entregábamos a éxtasis orgiásticos, donde mi hijo era el centro de todo.
Ya estaba preparado para mi misión, salí a recorrer las calles de la ciudad en compañía de mi hijo, caminamos por sucios callejones, por sitios abandonados, callejuelas con prostíbulos desvencijados.
Era cerca de la madrugada cuando vimos a un muchacho tirado en una calle oscura, tenía en su brazo una jeringa, de su boca salía espuma y parecía muerto, sin embargo respiraba con dificultad. Lo metimos en el automóvil e iniciamos el trayecto al hogar.