MIS HERMANOS DROGADICTOS ME CONVIERTEN EN GAY - Relatos Eróticos

MIS HERMANOS DROGADICTOS ME CONVIERTEN EN GAY

... muy negra con cara de pocos amigos, se veían los vellos de su pecho, pues andaba con una musculosa blanca y sobre ellas relucían varios collares, parecía un oso enojado. El otro era más delgado, no era feo, pero tenía una actitud de maleante que no dudará en dispararte en cualquier momento, sentí miedo, temblé al ver a esos  energúmenos sentados ahí en mi sillón favorito. Mis hermanos también sentados parecían muñecos rotos, evitaban mirarme. Tuve ganas de llorar, intuí de alguna forma que nada bueno se estaba tramando allí. quise salir disparado hacia mi habitación y cerrar con llave hasta el otro día, tal vez llamar a la policía. Iba a dar el paso cuando el hombre  alto se puso de pie, se acercó a mí y tendiendo la mano dijo:-Así es que usted es el hermano de estos dos amigos, lindo departamento, soy Omar y señalando al hombre en el asiento, el es el jefe T.- Le di la mano sin hacer comentario alguno.
El tipo al que llamaban T, se puso de pie y me miró de arriba abajo, luego se dirigió a la puerta, Omar lo siguió, le abrió la puerta y salieron. Mis hermanos sin decir palabra se fueron a sus piezas y yo quedé ahí, de pie en medio de la habitación lleno de preguntas.
Pasaron dos días en que casi no vi a mis hermanos, llegó el fin de semana y a la hora de cenar mis hermanos me dicen que deben hablar algo muy serio conmigo, los sigo hasta el living, se sientan, están nerviosos, esquivan mi mirada, se tardan en empezar a hablar, me siento irritado:- bueno que quieren hablar ...

... conmigo, en qué diablos andan metidos ahora?
Mario, tartamudeando un poco, siempre tartamudeaba cuando estaba complicado dijo.- Es que debemos mucho dinero y sino lo pagamos nos matan.  Mi corazón dio un vuelco, inmediatamente vino a mi mente la imagen de esos dos tipos sentados en mi casa hacía unos cuantos días atrás.
Rodrigo agregó:- Perdónanos hermanito, te prometemos que si nos ayudas esta vez nos largamos  y nunca nos vuelves a ver.-
Yo no sabía que responder, estaba enfurecido, de dónde iba a sacar una gran cantidad de dinero, porque seguramente la cantidad que debían no era menor.
Casi gritando y haciendo ver todo mi enojo respondí:- Pero hasta cuando me traen problemas inconscientes, debería llamar a la policía y hacer que se los llevan a la cárcel y dejarlos que se pudran allí, acaso creen que voy a tener dinero para pagar sus vicios,  ya me tienen hasta  la coronilla, mejor voy a dejar que esos hombres los maten como a perros, porque eso es lo que merecen.
Mis hermanos rompieron en llanto, yo fui y los abracé, los tres lloramos desconsolados. 
:-Que podemos hacer?.- Dije
Mario evitando mi mirada dijo:- El jefe T, nos dijo que sólo tú podías evitar que nos matara, para eso quiere verte mañana en una fábrica abandonada, sabemos dónde se encuentra.
Por la noche del día siguiente mis dos hermanos y yo partimos rumbo al sitio, pasamos por calles desoladas, barrios pobres con adolescentes fumando hierba en las esquinas, qué lejos de mi mundo, la miseria se palpaba ...