1. Los comienzos de un adolescente gay.


    Fecha: 04/12/2019, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

       Cuando transcurren estos sucesos, en España, los adolescentes podíamos comenzar a trabajar a los 14 años, lo hacíamos de aprendices o chico de recados. Yo por aquel entonces, trabajaba en unos almacenes, había empezado de chico de recados, hasta que al poco tiempo me pasaron como aprendiz, colocar mercancía, preparar pedidos, etc.
    
       Yo sabía que mis gustos sexuales no eran como los de muchos de mis amigos, vamos que sabía que era homosexual, pero no lo quería reconocer. Pero… la realidad es terca, cada vez que miraba una revista de sexo, me fijaba más en los hombres que en las mujeres, me excitaba ver aquellos enormes penes y no las tetas de las chicas. Con los amigos me pasaba lo mismo, me atraían más los chicos que las chicas.
       Cuando entre la pandilla de amigos, nos reuníamos a masturbarnos en grupo, yo me solía fijar en los penes de los amigos, y eso me excitaba y ponía caliente. No decía nada para que no me llamaran maricón y me dieran de lado, hasta que vas descubriendo que eso que te pasa a ti, también les ocurre a otros.
    
    
       En la empresa que trabajaba, prácticamente todos eran hombres, había mujeres, pero estas eran una minoría. De los hombres que había, al menos unos 10, éramos adolescentes. 
       Había una costumbre entre los hombres hacia los adolescentes, de meterse con nosotros, tocándonos el culo y nuestros órganos genitales. Nos decían cuando nos solían tocar, haber si dejas de pajearte, y cosas parecidas, metiéndose con nosotros. Por supuesto ...
    ... esto no era generalizado, si no que solía ser entre un grupo y siempre hacia los más jóvenes, sobre todo a los nuevos que entraban, y era en plan de broma.
    
       Hacía un mes más o menos, que había entrado un adolescente, era el chico nuevo de los recados. Era hermano mellizo de otro adolescente que trabajaba en una tienda del mismo grupo que el almacén. Estos hermanos habían nacido en Burgos, como el padre tuvo que desplazarse por trabajo a La Coruña, toda la familia había recalado viviendo en dicha ciudad.
    
       El chico, le llamaremos Javi, para no revelar su verdadero nombre, era delgadito y muy pero que muy guapo, tenía un culito redondito y muy sexi. Cada vez que lo veía con aquellos pantalones tejanos, y ver aquel culito redondito como se le marcaba sobre ellos, no podía resistir tocarle con mi mano. La primera vez que lo hice, quedó sorprendido, pero como luego vio que otros compañeros solían hacer lo mismo, tanto a él como a otros, pues las siguientes veces, ya no se sorprendía, aunque al igual que me pasaba a mí, se ponía colorado y procuraba escapar. Lo que nos pasaba tanto a él como a mí, es que aquello nos calentaba haciéndonos empalmar, y para que no vieran los demás, solíamos escapar para que no descubrieran el empalme que aquello nos producía.
    
    
       Yo de aquellas ya había tenido varias experiencias sexuales, una había sido con el viejo marinero que alquilaba lanchas en la dársena del puerto de La Coruña, otra cuando aún estaba en el instituto, un día que iba ...
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