Mi hijo bisexual 1 - Relatos Eróticos

Mi hijo bisexual 1

... cerrado, no quería lastimarla, pero mi calentura pudo mas y de un envión logré meter un poco menos de la mitad, por dios como apretaba esa conchita, ella ahora si se quejó, un audible ahhgggg salió de su boca y sus manos se apoyaron en mi pecho haciendo presión hacia arriba como para que yo no pudiera empujar más, no me pidió que saliera ni nada, pero con ese gesto me dio a entender que ya no siguiera, me quede quieto con casi media verga dentro, seguí besándola y acariciándola, noté como sus besos ya eran más apasionados, como decirlo, mas sueltos, dándome a entender que ya era tiempo, y mirándola a los ojos le hice entender que era hora y ella cerro los ojos y movió la cabeza diciendo si, empuje fuertemente y casi toda mi verga entró, ella abrió la boca pero no emitió sonido y rápidamente la cerró apretando sus labios, la había sentido bastante al parecer, se notaba como apretaba la mandíbula, me quede quieto sintiendo su estrechez, por dios, como apretaba esa concha, era impresionante, mi verga se sentía oprimida, comprimida dentro de ella, pero la niña, no me dio señales de querer parar, con muy lentos movimientos empecé a retirar y meter un poco de mi verga, mientras la besaba , sus pezones estaban durísimos y aproveche a mordisquearlos  a veces un poco fuerte y eso hizo que relajara su parte baja, luego de unos minutos así, por fin fue ella la que se movía un poco haciendo que mi verga se moviera en su interior, pero aun no era mucho, deje que ella manejara la ...

... situación por el momento y así lo hizo, ella se movía tan lentamente que me estaba matando de placer y ansiedad, todo junto, yo ya quería cojermela con todas mis fuerzas, pero me contuve, de repente ya sus movimientos eran más rápidos y ya no pude dominar mis instintos y ahora yo también me movía un poco, su rostro ya no demostraba tanto dolor o incomodidad, al sentir mis movimientos y continuando de esta manera por algunos minutos empezamos ambos a movernos y ahora si mi verga iba y venía a voluntad dentro de ella, ya estábamos cojiendo realmente los  movimientos de mi verga eran lentos para retirarse casi por completo, pero rápidos para volver a insertarse, y en ella al fin surgieron gemidos de placer, sus manos me apretaban la espalda y sentí sus pies apretando mis piernas, el movimiento de vaivén ya era fluido y ambos bufábamos de placer, su estrechez estaba haciendo estragos en mí y no podía creer que una pendeja me hiciera acabar tan rápido, pero decidí no hacerlo, aunque no quería saque mi verga de su interior y otra vez me propuse darle sexo oral a esa conchita, antes la observe un poco y  más que un poco acentuado un color más rojizo y ahora si más abierta no tenía señales de que algo malo le pasara, como dije no soy tan dotado, pero para esa conchita al parecer si, constatado que todo estaba normal otra vez mis labios y mi lengua empezaron a trabajar, después de unos minutos ahora si me recosté a su lado a besarla y acariciarla, tal vez ella entendiera el mensaje y me la ...