De cancaneo (cruising), en la ciudad.
Fecha: 15/12/2019,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... estocada, me clavó aquella polla en mi culo.
¡Ahhh aaahhh! Que estrechito y calentito tienes el culito, ¡aaahhh mi amor que bien te entra! Te han llenado bien el culito de leche mi amor.
¡Ufff!, Resoplaba yo al notar como me estaba entrando aquel falo en mi culito, ¡ooohhh ohhh! Que placer sentía en esos momentos, mmm, aquello era maravilloso.
El vigilante que me estaba follando, era mucho más alto que yo y cada vez que me metía la polla en el culito, me levantaba en el aire. La verdad es que no le costaba mucho, ya que yo pesaba 58 kilos y con el corpachón que él era, no suponía gran cosa para él.
¡Ay mi amor! Me decía mientras me levantaba en el aire sujetándome con sus brazos y clavando su polla en el fondo de mi culito, mientras era ayudado a sujetarme por el maricón, que ya me había follado.
El maricón, aún tenía la polla de fuera y la tenía pegada a mi cara; me estaba embadurnando toda la cara, con los restos de semen que aún tenía, cada vez que el vigilante, me enterraba aquel mástil en mi culito.
Pero que joyita tenemos hoy, ¡dios que culito! Casi gritaba el vigilante, cada vez que me daba por el culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Suspiraba yo cada vez que sentía aquella polla llegar al fondo de mi culo. Además, cada vez me tenía que sujetar más fuerte al maricón, ya que el vigilante, prácticamente me tenía en el aire.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Que rica follada me estaba dando aquel semental, mmm, me estaba rompiendo el culito aquel vigilante ...
... y me estaba haciendo gozar de lo lindo.
Calla mi amor, no grites tanto que nos pueden escuchar, ¡ooohhh ohhh! Me decía entre suspiros, mientras me iba taladrando más mi culito con aquella rica vergota, mmm, ¡aaahhh! Pero que rico se siente tu culito, putita mía.
¡Ohhh! ¡ooohhh mi nenita! Esta noche vas a ir bien repletita de leche, ¡ooohhh! Te voy a dejar bien abierto y follado este culito, mi amor.
Ya me tenía totalmente en el aire, cuando teniendo toda su polla en lo más profundo de mi culo, empezaba a correrse. ¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Me voy, ya me voy, ¡ooohhh me corro! Me corro putita, suspiraba el vigilante soltando toda su lechita en el fondo de mi culo.
Dios, mi polla además de no parar de gotear semen y tenerla toda mojada, la tenía media flácida, y los huevos me colgaban más que nunca Y es que aquella enculada que me daba el vigilante, me hizo bajar la erección que hasta entonces tenía, mmm, que sensación más placentera estaba sintiendo esa noche.
Cuando me bajó y pude poner los pies en el suelo, me sacó la polla del culo, la tenía toda mojada del semen que ya tenía dentro de mi culito, me fue girando, y con las manos ahora en mis hombros, me empujaba para que me agachara y le chupara la polla que todavía se veía triunfante y tiesa. Límpiamela bien mi amor, con esa boquita tan rica que tienes.
Abrí la boca y sujetándome con mis manos en sus caderas, fui engullendo aquel majestuoso pene. Así así, mi amor, ¡aaahhh! Que rico ...