Las aventuras del profe Estebita I - Relatos Eróticos

Las aventuras del profe Estebita I

... hoy que veremos?

-	Pues dime que viste hoy en clase y si te haré algunas preguntas para ver cómo vas
-	Ok?

-	Si, esque soy mala para los nombres y fechas.
-	Tengo ese terrible problema.

-	Tranquila nena, pare eso estoy.
Después de decir esto ella sonrió y me pidió que pasáramos a la mesa. Pasada la media hora de clase me preguntó si tenía sed y le respondí que si. Me sirvió un vaso con agua y me lo llevo. Al dármelo me lo rego encima, y se sintió muy apenada. La pequeña Amy corrió hasta la cocina y trajo un trapo para secarme mi camisa y pantalón de dónde se me habían mojado. Al sentir su tibio y hermoso cuerpecito cerca y tocando por encima de mi pantalón, me fue imposible evitar que tuviera una erección. A lo que “ella” se dio cuenta, pero no dejo de secar el área en cuestión.
-	Discúlpeme profe.
-	No fue mi intención.
-	Estoy muy apenada.

-	No te preocupes Amy.
-	Solo fue un accidente y solo es agua.
-	Mi ropa se secará

Todo esto se lo decía mientras la tomaba por su cintura y le acariciaba la parte superior de su nalguita derecha. Podía sentir el elástico de su calzoncito. Ese día ella llevaba puesto un mallon blanco y una blusa amarilla que le cubría hasta media pierna y pegaditos como me gusta. Ella dejó de secarme y me sonrió pícaramente al ver mi bulto en el pantalón, yo aún sosteniendole de la cintura me atreví a bajar más mi mano hasta tocar su nalguita. “Ella” con su mano sobre mi pierna aún, la fue deslizando hasta mi miembro ya muy ...

... erecto en ese momento. Y lo agarro por encima de mi pantalón.
-	Te gusta?

-	Si, está muy grande y grueso.

-	Le gusta mi colita profe?

-	Claro, está bonita.

-	Toda tu eres muy bonita
Acompañando mis palabras deslicé mi mano entre sus nalguitas para continuar mis caricias, “ella” lo secundó aprentando mi paquete con fuerza por encima del pantalón. Le sugerí que fuéramos a la sala para estar más cómodos y ella asintió afirmativamente. Al levantarme ella vio mi erección y sonrió, después camino hacia el sillón y pude ver ese par de nalguitas que acababa de acariciar moverse, era todo un espectáculo tan excitante. Me senté en el sofá y ella se sentó a mi lado. Esta vez yo le llevé su mano a mi miembro y “ella” no se opuso. Me lo estuvo acariciando por unos 5 minutos y después intenté acariciar su puchita, ella se sobresaltó. Y le dije que no se asustará, que tendría cuidado. Ella abrió sus piernitas y me dejó llegar a ese dulce lugar. Pero mi sorpresa fue tal que al sentir, me quedé helado. Rápidamente ella dejó de acariciar mi miembro y me puso una cara de susto.

-	Perdón profe.
-	No sabía que le molestaría
-	Deje le explicó.
-	Soy una “niña/niño”.
-	Les llaman niñas trans.
-	Soy niña, pero nací con pene.

-	Si, Amy. Entiendo y no me molesta.

-	Solo me sorprendió, ya que nunca me había pasado algo así. Y dime te gusta lo que estábamos haciendo?

-	Si, mucho. Usted me parece un hombre muy guapo.

-	Y su pene me gustó. Me gustaría verlo, claro, si usted ...